Oviedo, C. A. S.

La campaña del salmón sigue estableciendo nuevas marcas. Si los pasados viernes y sábado salían 36 ejemplares, ayer se llegó a los 44. La jornada resultó la más concurrida del año, ya que, además de abrirse al salmón los cauces occidentales Navia y Porcía, también comenzaba la temporada de la trucha.

De la exitosa jornada en el Sella destacamos los siguientes lances: Luis Matsuky, de Badajoz, sacó dos piezas en el prolífico coto Tempranas, que dieron unos pesos de 4,500 y 4,400 kilos en el precinto de El Portazgo; Francisco Rodríguez, de Cangas de Onís, también se apuntó un doblete, en su caso en el no menos productivo coto de Cañeras; sus piezas arrojaron unos pesos de 4,200 y 4,250 kilos. También salieron dos ejemplares en el coto Sierra, que en este caso correspondieron a Pedro Martínez y a su hijo Javier Martínez, ambos de Cangas de Onís, y que dieron unos pesos de 4,800 y 3,500 kilos, respectivamente. Por su lado, el parragués Ángel Villar se apuntó una captura de 5,600 kilos en el coto Remolina. En las zonas libres abundaron los lances positivos, destacando por su peso los siguientes: Juan Antonio González, de Ribadesella, un pez de 6,700 kilos; Juan Antonio Martínez, de Arriondas, uno de 6,600, y José Manuel Quesada, de Siero, un pez de 6,450 kilos.

En el Narcea destacamos las siguientes capturas: José Manuel Socastro, de La Coruña, un salmón de 5 kilos en el coto La Defensa, y Vicente Sáez, de Oviedo, uno del mismo peso en el coto la Isla. Del resto de capturas, todas en tramos libres, cabe resaltar la de Isaías Rebordinos, pescador de Piedras Blancas, que esta temporada se anotó el «campanu» del propio Narcea. Su pez de ayer pesó 4,200 kilos.

Pasando al río Cares, aquí pescaron en cotos los siguientes: Gaspar Rodríguez Fresno, de Cangas de Onís, un salmón de 4 kilos en El Churro; Álvaro Olmedo Ibarreche, de Burgos, uno de 4,700 en Jaces, y Raúl Quintela Bañuelos, de Cantabria, uno de 3,300 en El Tilo.

Por último, una de las dos piezas del Eo correspondió al maestro de Boal José Miguel Bulnes, que sacó en lo libre de Loureiro un pez de 4 kilos. La otra la echó a tierra el coruñés Arturo Parada en el coto la Volta y pesó 4,4 kilos.

Digamos, por otra parte, que ayer cerró sus puertas un santuario de la pesca como Casa Tocho, en Puente San Martín, emblemático restaurante donde durante más de 50 años se precintaron salmones del río Narcea. La hija del recordado Tocho, Flor, y su marido, Alfonso, se trasladarán en breve a un cercano establecimiento donde a buen seguro que continuarán las tradicionales tertulias de pesca.