Gijón, J. E. C.

Kike Mateo, que jugó antes en el Hércules, reconoce que «nos hizo un favor al ganar al Málaga, que va de más a menos, y espero que no levante cabeza. Lo bueno es que ahora estamos segundos y dependemos de nosotros mismos».

Respecto al punto que sacaron ante la Unión Deportiva Salamanca, Mateo argumenta que «es un equipo que toca muy bien el balón, es de los más dotados de la Segunda División y lo perseguimos mucho. Hasta llegamos a estar cansados de eso».

También quiere dar tintes de realidad cuando todo el campo de El Molinón lleno esperaba la victoria y se tuvieron que conformar con el empate. El goleador sportinguista señala que «no somos el Madrid, ni el Barcelona, ni el Milán. Somos un equipo más de Segunda División que no siempre puede tener el 80 por ciento de dominio del juego y crear muchas ocasiones».

El Sporting estudiaba ayer si podía recurrir la tarjeta amarilla de Míchel que le acarrea la sanción de un partido, por acumulación de amonestaciones. Se miraba si igual no indicó bien el colegiado que paraba el juego para hacer un cambio el rival. Mientras que Míchel interpretaba con el gesto de manos del árbitro que le indicaba volver a sacar la falta al pensar que había tocado el balón antes sin estar totalmente parado.