Finalizó una Liga de Tercera a la que dotó de gran realce la presencia del Real Oviedo, ya que contó con más atención por parte de los medios informativos. Hubo emoción hasta la última jornada, ya que faltaba por decidir quiénes acompañarían al citado Oviedo en la promoción a Segunda B, así como qué tercer equipo bajaría junto con Colloto e Hispano.
El Campeonato se lo llevó el Real Oviedo, que además fue el máximo goleador y el menos goleado, y que terminó como único invicto en su feudo.
Subcampeón fue el Sporting B, que con trece triunfos seguidos realizó una gran segunda vuelta y llega a la promoción en un buen estado de forma.
La tercera posición se la adjudicó el Langreo, éxito meritorio debido a las adversidades a las que hubo de enfrentarse. Con una corta plantilla, al ver reducido sensiblemente el presupuesto, un mal comienzo de Liga y la marcha de algunos futbolistas con la Liga iniciada debido a la falta de cobro, Paco volvió a demostrar su capacidad como entrenador.
Y en la cuarta plaza de promoción terminó un Universidad que, tras el descenso de Segunda B, sufrió una profunda remodelación de su plantilla, de la que se fueron futbolistas importantes. Pero nuevamente Pulgar supo rehacer al equipo, y ello, unido al regreso de Tomás a mitad de Liga, le permitió contar otra vez con una formación competitiva.
A las puertas se quedaron Cudillero y Tuilla, dos de los grandes animadores de la Liga, al ocupar durante muchas jornadas plaza de promoción. Los del Candín, con uno de los presupuestos más modestos de la categoría, se colaron por segundo año seguido entre los mejores, por lo que habrá que felicitar a su directiva, ya que son los dirigentes los que al final aciertan o fracasan en la elección de entrenador y futbolistas.
En cuanto a los tres equipos que perdieron la categoría, el Colloto terminó colista a pesar de contar con bastante más potencial que algunos de los que la conservaron. Penúltimo quedó el Hispano, del que no se podía esperar mucho más. Y antepenúltimo, un Tapia que mantuvo un interesante codo a codo hasta el final con el Condal, siendo finalmente éste el que se salvó del descenso.
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Baragaño es entrenador nacional de fútbol.
