Andrés VELASCO

Oviedo,

Comienza el espectáculo. El Domo Residencial Oviedo inicia esta tarde su camino final hacia la LEB Bronce, una meta que, si quiere alcanzar, va a tener que sudar y trabajar mucho. Por segundo año consecutivo el equipo dirigido por Iván Martín tendrá la opción de luchar por un ascenso que, si bien durante la pasada campaña fue algo sorpresivo, en ésta fue totalmente buscado.

Desde principios de temporada el club se marcó el reto de subir a LEB Bronce, y tras una fase regular prácticamente inmaculada (25-5), ahora la llega el tramo decisivo, en el que se tendrá que ver con tres complicadísimos rivales, comenzando hoy mismo, por una plaza en la superior categoría.

El sorteo que designó los emparejamientos de esta fase de ascenso no ha sido muy benévolo con el Domo Residencial Oviedo, ya que, a pesar de tener dos terceros de grupo y ser el equipo anfitrión, el cuarto equipo en liza será otro campeón de grupo.

Los ovetenses abren hoy la fase de ascenso precisamente contra el mejor equipo del grupo D, el Grupo Salmerón Ciudad de Guadix, que llega a Oviedo tras haber realizado una magnífica temporada en la que han logrado un balance final de 24 victorias por solamente cuatro derrotas.

Los granadinos cuentan en sus filas con tres excepcionales jugadores como son Víctor Rojas, Pablo Viña y sobre todo, Ismael Sánchez. Rojas es un base puro, experto organizador de juego y gran conocedor de la Liga EBA. Mientras, Ismael Sánchez es un potente alero que anota casi 17 puntos por partido. El choque de hoy, por ello, se antoja complicado, pero el equipo de Martín tiene calidad suficiente como para imponerse a los hombres entrenados por Antonio Gómez Nieto. El partido arrancará a las 18.30 horas en el polideportivo de Pumarín.

Mañana, el rival de los ovetenses será el Nexus Olesa que, a pesar de ser el tercer clasificado del grupo catalán, quizá sea el rival más complicado de la fase, sobre todo por la calidad que atesoran sus hombres y porque entre ellos estará una leyenda viva del baloncesto nacional: Roger Esteller. El internacional español, ex jugador de Barcelona y Unicaja entre otros, ha reconvertido su posición en el campo, jugando ahora como ala-pívot, mientras que en sus tiempos mozos lo hacía de escolta o alero. Esteller es sin duda la referencia ofensiva del cuadro catalán, pero ésta no es la única virtud del equipo. En la plantilla también hay cuatro jugadores por encima de los dos metros de altura, lo que será una complicación para la defensa ovetense.

El último de los choques, el domingo, enfrentará al Domo con el Navalcarnero, tercer clasificado del grupo de Madrid. El equipo de la capital está curtido en este tipo de fases, pues lleva cuatro en seis años. Dirigidos en el base por dos jugadores muy completos, Óscar Herrero y Diego Duro, su principal baza ofensiva es el escolta Daniel Callejo, un consumado jugador. Otro de las referencias es el pívot Pablo Rodrigo que, con sus 2.05 metros, es un jugador muy importante en el esquema del Navalcarnero.

Así las cosas, y con toda la ilusión del mundo, el Domo Residencial Oviedo afronta el difícil reto de conquistar el territorio de la LEB Bronce, categoría creada este mismo año y que los ovetenses tienen en su mano alcanzar.