Gijón, Víctor RIVERA

Alavés y Sporting disputarán el próximo domingo un partido determinante para el futuro de ambos equipos. Los vitorianos apuran sus opciones de lograr la permanencia, mientras que los rojiblancos quieren mantenerse firmes en su carrera por el ascenso. Las aficiones de ambos equipos quieren estar a la altura de las circunstancias y ya anuncian medidas excepcionales para que los futbolistas se sientan arropados.

El Sporting agotó en la mañana de ayer todo el papel que tenía disponible para Mendizorroza. El miércoles habían sobrado sesenta entradas, que fueron despachadas ayer, para completar las 2.043 localidades que se enviaron desde Vitoria. El Sporting pidió más, pero el Alavés no las remitió aduciendo medidas de seguridad. El encuentro ha sido declarado de alto riesgo por el masivo desplazamiento de seguidores rojiblancos. Y eso que la hora del encuentro (20.30 horas del domingo) y la tardanza del viaje de regreso hizo desistir a muchos aficionados que tenían previsto viajar a la capital vasca.

El Alavés también se juega mucho en este envite y por eso las peñas vitorianas y los propios jugadores han hecho un llamamiento a la afición para tratar de llenar Mendizorroza. Para ello, han organizado una serie de actividades y tienen previsto celebrar una especie de pasacalles en las horas previas del partido.

Para que no falte de nada, el encuentro también se ha visto salpicado por una cierta polémica. Desde Vitoria se recuerda el mal arbitraje que se vivió en el encuentro que ambos equipos disputaron en El Molinón el pasado 22 de diciembre y se detecta cierto ánimo de desquite entre la parroquia local.

Los jugadores del Alavés se suman a esta corriente de opinión con comentarios que recuerdan aquel encuentro y que hablan de que este domingo jugarán una verdadera final. Por su parte, la plantilla rojiblanca se conjura para lograr la victoria en Vitoria por un doble motivo. En primer lugar, para mantenerse firme en la carrera por el ascenso y, además, para no aliviar la situación del Alavés. En el Sporting se confía en que el conjunto vitoriano no resuelva su permanencia en la categoría de forma inmediata para que tenga que jugarse la salvación en el encuentro que tendrá que disputar en apenas dos semanas contra la Real Sociedad y evitar así la polémica.