Pamplona, Efe

El cuerpo sin vida del montañero navarro Iñaki Ochoa de Olza, fallecido ayer en el Annapurna, descansará para siempre en la montaña nepalí, han informado fuentes próximas al alpinista pamplonés.

Así lo ha decidido la familia de Ochoa de Olza, no sólo para evitar un riesgo de más vidas humanas, puesto que varios montañeros de diferentes nacionalidades estaban participando en las tareas de rescate, sino por seguir la propia filosofía del alpinista pamplonés.

Iñaki Ochoa, que hablaba inglés, francés, italiano, algo de nepalí y algo de alemán, acumulaba en su haber 30 expediciones al Himalaya y había hollado 15 «ochomiles».