Gijón, J. E. CIMA

Una locura hay con el Sporting en este final de temporada y otra prueba evidente es que ayer se vendieron 4.000 entradas al público para el partido del sábado, Sporting-Córdoba, en la primera jornada en que se podían adquirir. Restan sólo otras 2.000. Todo indica que con este fervor rojiblanco se puede colgar ya hoy el cartel de no hay billetes. Algo que ya sucedió ante la Real Sociedad y también en el último partido en casa frente a la Unión Deportiva Salamanca.

La oficina de abonados, que tiene el Sporting en los bajos de El Molinón, contaba ayer con tres ordenadores para atender a tanta demanda de localidades. Mayores fueron las colas en la boutique del Sporting, en la calle San Antonio, donde aficionados tuvieron que esperar una hora para adquirir la entrada.

Aunque las localidades son para el público en general, la mayoría de ellas las compraban socios con el fin de invitar a la familia o amigos para que la fiesta sea total. Todos buscan apoyar a que triunfe el equipo en un partido que se considera clave para seguir en puestos de ascenso. Las oficinas estuvieron abiertas de 10 a 13.30 horas y de 17 a 20 horas, incluso se amplió un poco más para atender a la cola, como volverá a suceder en la jornada de hoy.

Las entradas cuestan 20, 25 y 30 euros. Muchos aficionados ya no pudieron elegir la zona porque se habían agotado en muchas, especialmente en las zonas centrales de tribuna o grada. Así, los aficionados que buscaban seis o más entradas ya tenían problemas para ubicarlas juntas.

Fue el caso de Alejandro. Tras 50 minutos de cola por la tarde en la boutique del Sporting, adquirió cuatro entradas para repartirlas entre amigos. El gijonés estaba contento porque «casi me quedo sin ellas para el partido ante el Salamanca. Ahora adelanté la compra, pero muchos debieron pensar igual. Estuve por la mañana en esta cola, pero me tuve que marchar al cerrarse al mediodía. Volví rápido. No quiero perderme este partido por su ambiente. Está claro que eres socio o tienes complicado lograr una entrada».

Muchos aficionados querían abonar las entradas con tarjeta de crédito, pero se tuvieron que ir a un cajero a sacar el dinero en efectivo como demanda el club.

Rafa, madrileño que trabaja en Candás, compró seis entradas en El Molinón. Este vecino de Carreño reconoce que «vamos a ir unos amigos con los niños para vivir este gran ambiente rojiblanco por primera vez en la temporada. El final de Liga está emocionante y el Sporting está bien colocado».

Julio César también adquirió en la oficina del abonado en El Molinón seis localidades para adultos y una de niño. El de La Camocha explica que «vamos unos amigos a ver el partido, que se presenta muy interesante. También queremos ir al último, pero habrá que estar atento para conseguir una entrada. Sabemos que se vive una gran fiesta, queremos contribuir a ella y por lo mucho que significa para la ciudad y Asturias lograr el ascenso».

Por otra parte, el Sporting ya restringió a 40 niños la entrada de ellos vestidos de rojiblancos al césped de El Molinón para posar y fotografiarse con el equipo. El motivo es que tiene solicitudes para más de 200 y se ve desbordado por el tema.