El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, sigue empeñado en dar un tirón de orejas al fútbol del dinero y el espectáculo para que regule la participación de sus futbolistas nacionales. Encomiable pero complicado porque no todo son apoyos ya que desde la propia UEFA su presidente, Michael Platini, le recuerda la ley Bosman y el tratado con varios países africanos. Pero el presidente suizo reitera que no tiene intención de ir en contra de la libre circulación de jugadores. Y propondrá nuevamente, en el congreso que se celebrará en Sydney los próximos días 29 y 30, la fórmula «6 más 5» ( jugadores nacionales y extranjeros), estableciendo dicha regla progresivamente: comenzando por «4 más 7» (2010/11), «5 más 6» (2011/12), para llegar al «6 más 5» que pretende. Para ello argumenta lo obvio como la diferencia de fútbol de clubes en Inglaterra donde dos de ellos jugaron la final de la Champions y sin embargo el país no logró plaza para jugar el próximo campeonato europeo. Difícil lo tendrá Blatter para sacar adelante su propuesta por los votos de los clubes y los tratados existentes en los que se trata con finura temas como la xenofobia o la intolerancia -impulsados incluso por FIFA- y adaptado por las federaciones. No obstante para regenerar el fútbol nacional, el del trabajo diario de las canteras, no estaría mal buscar alguna fórmula que les permita que un numero de jugadores nacionales esté sobre el terreno de juego cuando el árbitro inicia el partido.