J. E. CIMA

Puente de Arco (Laviana),

«Ahora Alberto es optimista con el Giro, antes tenía mucha precaución». Así ve Benjamín Noval, el escudero mierense de Contador, a través de la televisión la actuación de su jefe de filas y maglia rosa de la carrera italiana. LA NUEVA ESPAÑA estuvo ayer en la casa del ciclista en Puente de Arco (Laviana) siguiendo una etapa de transición que se adjudicó al sprint Greipel, con el permiso de su compañero y jefe Cavendish.

A Noval se le nota que vive con emoción la carrera de Contador y también lamenta no ser en Italia su hombre de confianza en la habitación y el ángel de la guarda dentro del pelotón, llevándolo en cabeza para evitar caídas o controlando las escapadas.

Noval reconoce que diez días antes del Giro «me llamó Alberto para decirme que iba a correr, pero que me reservase para la Vuelta a España porque estaba de vacaciones y aguantaría una semana». Luego, a falta de cinco días, me volvió a llamar para «ver si no me importaba ir al Giro porque había hecho unas pruebas que, aunque no eran buenas, no estaba tan mal, e igual con las etapas mejoraba. Me fui corriendo, pero allá me entró un virus, con vómitos, fiebre y diarrea. Alberto quería que estuviera, pero al hacer un test en bici se vio que no podía. Fue un acierto porque luego estuve aquí en casa varios días aún enfermo».

Casi a diario hablan por teléfono o por mensajes desde Laviana a Italia entre el líder y el escudero. Noval explica que «tras el buen final en La Marmolada hablamos y me contó que fue su mejor día del Giro y que esperaba llegar mucho mejor a estas dos etapas de montaña finales. Teme a Riccò porque estaba muy fuerte, y también Simoni le puede complicar la vida. Pero confío mucho en Alberto porque es el ciclista que mejor recupera, pese a pasar unos días con alergia. Se le notó tras el primer descanso y ahora se le verá igual, tras las tres etapas de montaña donde fue a más e hizo una gran cronoescalada. Tiene estas dos etapas para recuperar más -la de ayer y la de hoy-, para llegar a tope de moral y de cabeza ante la etapa del Mortirolo».