Gijón, Víctor RIVERA

Sergio Matabuena guarda un gran recuerdo del partido del Arcángel, donde probablemente firmó su mejor actuación como rojiblanco de la temporada. En el lado contrario, se encuentra Míchel. El lenense fue expulsado en Córdoba por una fuerte entrada sobre Endika Bordas, quien previamente se ha empleado con dureza sobre el lenense. Ambos volverán a verse las caras este sábado en El Molinón, pero Míchel aclara que «no hay ninguna cuenta pendiente, son cosas pasadas. Entonces ya dije que no había ido a por él, que no sabía quién me había pegado y ahora me reitero».

A raíz de aquella expulsión, Míchel estuvo tres partidos sin jugar. Dos por sanción y uno más por decisión técnica. Por todo ello, el centrocampista lenense no quiere ni recordar aquel encuentro que «no me trae buenos recuerdos, por aquella expulsión que me cortó un poco». El Sporting no estará ahora en disposición de atender las cuentas pendientes de ninguno de sus futbolistas.

La lectura más positiva que Míchel puede hacer de aquel encuentro es que «afortunadamente el equipo sacó adelante aquel partido y el de mañana espero que sea diferente». Y es que el lenense era uno de los más felices por los dos tantos que firmó su pareja de baile habitual en el centro del campo, Sergio Matabuena. «Después de ir perdiendo por dos a cero y estando con diez, el equipo se dejó el alma y Matabuena estuvo perfecto», detalla el futbolista rojiblanco.

Míchel tiene más que clara la actitud con la que tiene que salir el Sporting para afrontar los tres partidos que aún tiene por delante. «Hay que dar el callo porque quedan tres partidos y éste es muy importante, porque sumaríamos tres puntos y no quedaríamos a expensas de lo que hagan los demás», insiste el centrocampista rojiblanco. Míchel reitera que «lo más importante ahora es pensar en el equipo y en sacar los tres partidos adelante porque será difícil que lo tengamos más cerca de lo que está ahora». Cara al sprint final, el lenense admite que «puede pasar cualquier cosa y no será nada fácil».