Atención, pregunta: ¿cuál es la única tienda de Europa que ayer, último viernes de mayo, vendió bufandas? La tienda del Sporting. ¿Cuál es la única academia de idiomas de Europa que se pregunta en la pizarra de la entrada, en inglés, si Bilic o Barral? Una academia de idiomas gijonesa. La bufanda, prenda de invierno, vale para cualquier estación futbolística, y más la que hoy va a vivir un Sporting que se acerca como nunca al sueño. Cuando el debate cinematográfico es si la cuarta entrega de Indiana, «Indy», Jones es la peor o no de la serie, el Sporting va en busca de su arca perdida, la Primera División. Aquí no hay ni calavera de cristal ni paraguas que espanten gaviotas que derriban aviones enemigos. Aquí la cuestión es que aparezcan los goles y el Córdoba se vea obligado a buscar su particular arca de la salvación después de hoy. El Sporting no puede ser Contador, quien, según los más finos analistas del quehacer ciclista, puede quedarse hoy sin Giro de Italia engrandeciendo aún más a un tal Miguel Indurain Larraya. Antes de la cita de El Molinón, la cita del Mortirolo, ese Angliru en versión italiana. ¿Sube hoy el Sporting su particular Mortirolo? Ver, veremos.

Atención, pregunta: ¿cómo es el contrato que ha firmado el denostado Marcelino con el Zaragoza? Según los periódicos más solventes de la capital zaragozana, las cifras son de 2,4 millones y 3 millones de euros por cada año de contrato, lo que eleva el monto total a casi mil millones de las desaparecidas pesetas. Un contrato al que no llegan muchos entrenadores de Primera, un contrato de Liga de Campeones. Lo tiene merecido, porque su labor es de las que no tiene precio. Le digo a usted, señor de guardia.

Por cierto, atenta la compañía de reporteros y afines: Quini puede que asista al encuentro de esta tarde, lo mismo que el entrenador de moda. Y más caras conocidas, claro. No parece que entre ellas esté la del Cordobés, padre, gran seguidor de los verdiblancos. La Feria de Córdoba está en su fin de semana cumbre y no puede faltar.

La feria cumbre es la de esta tarde en un Molinón abarrotado de ilusión y esperanza. Nadie piensa que el equipo vaya a decepcionar hoy. Los tres puntos darán paso a un apasionante viaje a Castellón y al posterior recibimiento a un Éibar que, en palabras de su entrenador, está siendo ninguneado por la Federación Española. Estamos en época de quejas, que hasta se quejan los que ya viven en el mar de la calma, como los eibarreses. Por aquí, mientras, hay una tienda, la del Sporting, que vende bufandas a finales de mayo. Las bufandas ayudan a lograr el arca perdida.