Gijón, J. E. C.

Quini regresó ayer a Asturias desde Barcelona, donde le estuvieron tratando del tumor en la garganta. El Brujo pasó momentos duros, como todos aquellos que padecen la enfermedad y se someten a la radiacion y quimioterapia, pero estaba contento ya con su regreso a casa.

Su ilusión es acudir a El Molinón para apoyar moralmente a los jugadores ante tan trascendental encuentro porque Quini nunca dejó de ser el delegado del equipo. Y para los jugadores es el fenómeno histórico del fútbol y mayor aún más como persona o compañero de plantilla. Todos ellos recuerdan cuando en un descanso, en el tratamiento en Barcelona, se acercó a El Molinón en el partido con la Real Sociedad y les transmitió esa moral de vencedor y lo lograron.

Ahora quiere hacer lo mismo, pero dependerá de las condiciones meteorológicas y las indicaciones de los médicos, que le dejen o no ir a ver el partido Sporting-Córdoba. Por ganas no va a quedar que El Brujo vuelva a El Molinón ante una de las tres últimas finales.