Madrid,

M. L. S.

Florentino Pérez puso a Kaká como «un referente, ejemplo de los valores del deporte». Y, por ello, lo que siguió a las primeras palabras del brasileño lo protagonizó un niño. Fue elegido previamente por el club y, tras posar con la camiseta, el brasileño se acercó a coger de la mano al chico. Le llevó con él hasta el atril y le puso la camiseta con el 8 a la espalda.

La imagen resultó un tanto cómica porque la longitud de la zamarra abarcaba prácticamente todo el cuerpo del chaval. Después, entre Florentino y Di Stéfano, el afortunado disfrutó de unos instantes al lado de su ídolo hasta que una azafata le despertó de su sueño y lo devolvió a su sitio, en primera fila del estadio.

El lunes, con la llegada de Cristiano Ronaldo, se anuncian nuevas emociones en el Bernabeu.