Saint Fargeau (Francia), Efe

El ciclista británico Mark Cavendish, del Columbia, logró ayer su cuarto triunfo en la presente edición del Tour de Francia tras la disputa de la undécima etapa, de 192 kilómetros, que discurrió entre las localidades de Vatan y Saint Fargeau.

Cavendish no tenía previsto volver a ganar en Saint Fergeau, sobre todo porque a pocos kilómetros de la línea de meta esperaba una subida de cuarta categoría. Territorio impropio para el rey de la velocidad y gran protagonista de esta «Grande Boucle», quien ya tiene en su poder el maillot verde de la regularidad.

El de la Isla de Man sólo tuvo que acelerar su ritmo en los últimos 150 metros. Su equipo, encomiable en el trabajo hacia el británico, le volvió a dejar el triunfo en su mano y, ahí, Cavendish no tiene quien le inquiete. Óscar Freire, del Rabobank, fue el mejor español de la etapa, finalizando cuarto. El estadounidense Tyler Farrar, del Garmin-Slipstream, entró segundo por la línea de meta, seguido del noruego Hushovd, que está realizando una notable ronda.

Una victoria la del británico que no estaba en sus planes porque la jornada siempre tuvo a dos escapados como claros aspirantes al triunfo. Desde el kilómetro 24, el polaco Marcin Sapa, del Lampre, y el belga Johan van Summeren, del Silence, llevaron el mando de la jornada, pero justo al final vieron cómo su esfuerzo había sido gratuito. Ambos habían logrado hasta cuatro minutos y medio de diferencia con el pelotón que -problemas al margen con el pinganillo- ayer corrió con normalidad, con un ritmo digno de la mejor vuelta por etapas del mundo. Con el Garmin y el Columbia tirando del grueso del grupo, las diferencias quedaron en nada a falta de cinco kilómetros para el final.

Así, la etapa se decidió al sprint, tónica habitual de este Tour, donde los ataques de los grandes se hacen esperar. El Astana de Contador y Armstrong no mueve ficha, y el resto afronta este Tour como una carrera de fondo con la esperanza de saltar cuando se asome a lo lejos el Mont Ventoux.

Con la general sin variaciones, la etapa de hoy discurrirá entre las localidades de Tonnerre y Vittel, sobre 211 kilómetros de distancia, y cuenta con cinco puertos de cuarta categoría y uno de tercera, en el tramo final. El italiano Nocentini, del Ag2r, volverá a partir de amarillo, color al que ya se ha acostumbrado tras cinco días en el peldaño más alto.