Issoudun (Francia),

C. DE TORRES

El británico Mark Cavendish (Columbia) se adjudicó al sprint la décima etapa del Tour de Francia, entre Limoges e Issoudun, de 194,5 kilómetros de recorrido, siendo su tercera victoria en la actual edición.

Cavendish se impuso en el sprint con gran comodidad por delante del noruego Thor Hushovd y del estadounidense Tyler Farrar. El italiano Rinaldo Nocentini conserva el maillot amarillo de líder, pues la jornada no trajo cambio alguno en la general. Nocentini mantiene así seis segundos de ventaja sobre el español Alberto Contador y dos más respecto al estadounidense Lance Armstrong.

La etapa ha transcurrido con retraso, provocado por la decisión de los corredores de ralentizar el ritmo como protesta contra la decisión de la organización de la carrera y de la Unión Ciclista Internacional (UCI) de impedirles llevar los auriculares que les permiten el contacto con el coche del director, los denominados «pinganillos».

El Tour pretendía que se viviera una etapa «a la antigua», con más saltos y menos control por parte del pelotón, pero la decisión de los corredores provocó una jornada monótona y carente de la más mínima emoción, en la que Cavendish evidenció una vez más ser el auténtico dominador de las llegadas masivas.

La jornada quedó marcada por la fuga consentida de los franceses Vaugrenard, Dumoulin y Hupond en el día de la Fiesta Nacional gala, pero el pelotón puso fin a la aventura a dos kilómetros de meta para jugarse la etapa al sprint.

Hoy el grupo afrontará la undécima etapa, con salida en Vatan y llegada en Saint-Fargeau, tras 192 kilómetros y con dos «puertos» de cuarta categoría. Otra jornada favorable a las largas aventuras y una nueva oportunidad para que el británico Cavendish siga engordando su palmarés.