Gijón, J. J.

David Zapico y Álvaro Ruiz constituyen la nueva hornada asturiana de árbitros de balonmano que han alcanzado la máxima categoría nacional. Esta pareja debutará esta temporada en la Liga Asobal con «toda la ilusión del mundo» y un tanto sorprendidos por su rápido ascenso.

David tiene 27 años y lleva 12 en el arbitraje, de ellos 7 en categoría nacional. Como casi todos los colegiados tuvo un pasado como jugador, en su caso en el Colegio Begoña. Su compañero Álvaro es dos años mayor y lleva 15 arbitrando, 10 en categoría nacional e hizo sus pinitos como jugador del Codema. Ambos formaron pareja tras retirarse por diversos motivos sus anteriores compañeros, Matías Muñiz, en el caso de David, y Jorge Muñiz, en el de Álvaro. Juntos llevan tres temporadas, dos en División de Honor B, en las que lograron el ascenso a Asobal.

«Somos la cantera de Gallego y Lamas», aseguran, y consideran sus referentes a esta pareja que marcó un hito en el arbitraje mundial. David y Álvaro creen que «el arbitraje asturiano está valorado en toda España». Llegar a la que está considerada como la mejor Liga del mundo «es un paso muy grande» y también un reto, porque esta pareja será la más joven de la categoría, «así que hay que demostrar que estamos preparados y que subimos por méritos propios». Los próximos días 5 y 6 de septiembre todos los árbitros de Asobal están citados en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat para las pruebas físicas y los test técnicos previos al comienzo de la Liga.

En estos momentos Asturias cuenta con tres árbitros en la máxima categoría, ya que además de David y Álvaro está José Luis Fernández, quien forma pareja con el madrileño Quique Ríos. «Por detrás hay gente que puede llegar, aunque el problema es que cada vez hay menos árbitros, pero los que hay tienen buen nivel, en estos momentos hay tres parejas en Primera nacional y sería bueno que alguna lograra el ascenso a la División de Honor B».

Tanto David como Álvaro coinciden en que «Gallego y Lamas implantaron una filosofía de arbitrar que han inculcado a los demás, nosotros queremos seguir con ella y trasmitirla a los que vienen detrás». En ese sentido consideran que «puede decirse que hay una manera asturiana de arbitrar». Con menos de 30 años ya han alcanzado la élite nacional, «no nos ponemos metas, pero tampoco topes», indican, «seguiremos trabajando como hasta ahora y no renunciamos a nada».