Barcelona

El Barcelona continúa su suma y sigue en cuanto a títulos. Ayer se hizo con el de la Supercopa, tras ganar por 3-0 al Athletic después de que ya hubiese vencido en el partido de ida por 1-2 en el campo de San Mamés. Es el cuarto título que logra con Guardiola de entrenador. El partido fue de clara superioridad de los locales, que pudieron conseguir una victoria mucho más amplia.

Ya la primera parte fue prácticamente un monólogo del Barcelona, y el Athletic pudo darse por satisfecho de no haber recibido ningún gol. Y ocasiones no faltaron a los azulgranas, que, unas veces por falta de auténtico espíritu asesino, otras por falta de concentración, varias más por simple ausencia de acierto y por fin por acertadas intervenciones del portero del equipo vasco, no fueron capaces de adelantarse en el marcador. Mientras, Valdés permanecía inédito como quien dice. Y es que al Athletic no es que le costase llegar al área rival, es que hasta le costaba pasar del centro del campo.

La máquina azulgrana fue demasiado para un pobre Athletic, incapaz de aguantar el balón. Con la lección muy bien aprendida, la que le llevó la pasada temporada al triplete de títulos, el equipo de Guardiola desbordó cuando y como quiso al rival. E incluso la diferencia en el juego fue agrandándose a medida que pasaban los minutos.

La segunda parte empezó con la misma tónica e incluso con mayor aceleración por parte del Barcelona ante un rival cada vez más empequeñecido. Messi puso la guinda. Marcó el primer gol en una brillante acción personal tras un buen pase de Ibrahimovic. El sueco, por cierto, mejoró sus evoluciones con respecto al debut, en el trofeo «Joan Gamper», frente al Manchester City, pero estuvo lejos de mostrar las maravillas que se esperan de él. Claro que como tiene permiso de Guardiola para jugar mal las veces que quiera, según dijo el entrenador, léase que tiene permiso para seguir su proceso de adaptación, aún hay paciencia con él.

El argentino aumentó la cuenta, esta vez transformando un penalti que Ustaritz hizo a Alves, y casi sin tener tiempo a respirar el Athletic aún recibió otro más. Una serie de fallos defensivos provocaron que Bojan, que entró precisamente por Ibrahimovic, se quedase solo delante del portero y el joven delantero no perdonó. Todo un recital de juego y de goles.

El Barcelona tiene esta semana otro reto, el de la Supercopa de Europa, con el Shakhtar Donetsk ucraniano como rival, en campo monegasco, el viernes, el equipo en el que juega el central Chygrinski, objeto del deseo azulgrana, y después el lunes que viene apertura de la Liga ante el Sporting en el Camp Nou.