Gijón, J. J.

La crisis económica está afectando de manera especial al mundo del baloncesto. Un total de 235 jugadores de las tres divisiones de la LEB existentes la pasada temporada, de ellos siete de la plantilla del Gijón Baloncesto, se encuentra en estos momentos sin equipo.

La Federación Española de Baloncesto ya preveía la crisis y decidió aprovechar para reestructurar todas las categorías que están bajo su jurisdicción, y aun así no pudo cubrir todas las plazas previstas. La desaparición de varios clubes, entre ellos el gijonés, y la economía de guerra de prácticamente la totalidad de los que siguen en activo han dejado en el paro a más de dos centenares de jugadores. En la actualidad hay 40 bases, 40 escoltas, 54 aleros, 43 ala-pívots y 48 pívots en busca de club para la próxima temporada. Entre ellos están siete de la última plantilla del Gijón Baloncesto: Rubén Suárez, Ted Berry, Sergio Rodríguez, Dani González, David Ortega, Michel Diouf y Jorge Coehlo no han encontrado aún acomodo.

De la última plantilla del club gijonés tienen equipo el base Fran Cano, en el Santa Pola de Liga EBA; Tarick Johnson, en el Tarragona de LEB Oro, y Jeff Bonds, en el Basket Mallorca, también de la LEB Oro, y el alero Robert Hines, en el Tíjola de LEB Plata.

En la lista de parados están bases como Carles Marco, Xavi Vallmajó, Tim Smith o Pau del Tio; escoltas como Andrea Pecile, Breet Beeson, Anderson Schutte o Anthony Goldwire; aleros del nivel de César Sanmartín, Anthony Stacey, Jorge Lledó, Kerry Blackstear y Shawn Jackson; ala-pívots como Diego LoGrippo, Lucho Fernández, Michel Diouf (el del Cajasol), Adrian Joseph y Alixis Montas, o pívots como Paulo Prestes, Vitor Faverani, Duane Virgil, Tim Frost, Isma Torres o Kike Bárcenas.

En Gijón el desmantelamiento del baloncesto es tal que hasta la peña Amigos del Gijón Baloncesto ha procedido a su disolución y ha entregado todo el material de que disponía, así como del dinero que tenían en la cuenta de la peña al Centro Ángel de la Guardia de paralíticos cerebrales.