Colunga, J. I. CASTAÑÓN

En la Carrera del Jurásico, dos «dinosaurios» del atletismo asturiano: Fran López (Ribadesella) y Luis Díaz, dos ex compañeros de equipo de aquel Oviedo Atletismo que a principios de este siglo rompió el monopolio de títulos del Universidad en campo a través, se citaron entre Lastres y Colunga. Un Lastres atestado de atletas (más de 500 participantes) y de vehículos en el que poco llano hay y sí muchas cuestas bien hacia arriba o hacia abajo. Lo mismo que se encuentran los corredores camino de Colunga: pendiente va, pendiente viene. Unas favorables, otras desfavorables. Terreno apto para corredores de campo a través, de gente que se conoce a sí mismo y a los rivales.

Y no hay peor cuña que la de la misma madera. Y que si no, que se lo pregunten al ovetense Luis Díaz, que es un «jubilado» a tiempo parcial del atletismo a sus 39 años. Sólo le motiva ya correr en esta prueba, porque Colunga es su segunda residencia y nada mejor que sentir el calor de su familia cuando los corredores afrontan el repechón que corta el aliento a los atletas cuando alcanzan Colunga, a los 4.200 de los 6.900 metros de la prueba jurásica.

Casi la misma sensación que tuvo la semana pasada el riosellano Fran López, más activo en el calendario asturiano de ruta, también bien entrado en la treintena y que quiso hacer un papel digno hace una semana en los 10 kilómetros de Ribadesella. Allí, en su casa, Fran dio en duro con Borja García, que cuando aprieta el acelerador está en otra onda, pero junto al mar cimentó ayer el triunfo en Colunga. Porque está claro que a Luis Díaz le faltó el punto de forma que sólo da la competición. Fran López, que compartió entrenador (Adelino Hidalgo) con Luis Díaz, aguantó el ritmo que impuso en los primeros kilómetros el ovetense y cuando llegó el repechón cambió de ritmo. Díaz cedió lo suficiente (un colchón de 5 segundos) para que Fran López no decayese su ritmo y aguantara los casi tres kilómetros que le restaban en la meta. Sufrió pero obtuvo recompensa. Tras ellos finalizó otro veterano, con una trayectoria corta pero ya intensa: Javier Murujosa, a punto de cambiar ya de equipo y enfundarse la camiseta del Oviedo Kayak, que pudo con el joven Sergio Martínez Amorín, que no pudo con estos dinosaurios del atletismo, ayer temibles «Tyrannosaurus rex».

Las chicas vivieron una carrera más plácida. Laura Rodríguez (Esnova) salió reservona y a la altura del kilómetro 2, cuando la carrera se adentra camino de la playa de La Griega, ayer con una estampa más veraniega que otoñal, aprovechó para superar a la avilesina Raquel Ochoa (Oviedo), que ya no pudo seguir la estela de la gijonesa, que llegó en solitario al centro de Colunga, que recibió a más de 500 corredores a los que la organización del club local premió con una bolsa del corredor y una camiseta técnica. Detalles que, unido a los parajes, explican su gran tirón entre los corredores populares.

Por otra parte, el Oviedo Atletismo femenino finalizó ayer en cuarta posición en el Campeonato de España de clubes al aire libre disputado en Castellón. El equipo naranja no pudo revalidar el título obtenido en 2008. Las asturianas se anotaron tres victorias individuales gracias a Bárbara Camblor (600 metros), Marta Frechilla (3.000 metros) y Natacha Ngo (300 metros vallas), así como la del relevo 4x300 metros (Ngo, Frechilla, Fernández Roderao y Camblor).