Oviedo, J. I. CASTAÑÓN

Esther Álvarez Herrero (Oviedo Feve Kayak) padece asma y el pasado marzo tomó un medicamento antihistamínico. A finales de ese mes ganó la media maratón de Pontevedra. Logró un importante premio de 1.200 euros, pero una vez terminada la carrera, y a diferencia de buena parte de las pruebas que se disputan en Asturias, que no están incluidas en el calendario nacional, hubo de pasar un control antidopaje. Meses después la Federación Española le comunicó que su control había resultado «no negativo» por efedrina; lo que ha supuesto una sanción de tres meses a la vencedora de pruebas como la Subida al Naranco; sanción que comenzó el 7 de septiembre.

La efedrina se encuentra en algunos medicamentos antihistamínicos, actuando además como «quemador» de grasa, impide la destrucción de tejido muscular y da un plus de fuerza que algunos estiman entre un 5 y 10 por ciento de mejora si se consume antes de la competición.

«La sanción que le imponen a Esther es la mínima contemplada en atención a la peculiaridades del caso. No ha supuesto una mejora en el rendimiento, pues de considerarlo así la sanción habría sido mucho mayor. Lo que no podemos hacer es luchar contra lo que pueda pensar la gente. Lo cierto es que ya teníamos olvidado este asunto y queremos pasar página cuanto antes y estar a punto para el cross», señala Nacho del Valle, entrenador de la lenense.

La sanción, que se intuye consecuencia más del fruto de una negligencia que de una mala fe, evidencia los peligros de la automedicación. La Federación Asturiana insiste por ellos en la necesidad de que los atletas pongan en conocimiento de los jueces si se ha consumido algún tipo de medicamento, amén de contar con la correspondiente prescripción médica.