Candás, Celso A. SANJULIÁN

El Marino ya tiene cuatro títulos de Copa Federación, más que nadie, después de que ayer superase al Caudal en una final competida hasta el último instante. El conjunto de Luanco pudo así sacarse la espina de la derrota del año pasado en Grado, cuando cayó ante el Langreo con un penalti en el descuento. Esta vez también lo pasó mal en los seis minutos de prolongación y la sombra de la prórroga planeó sobre La Mata, pero finalmente pudo alzar una Copa ampliamente festejada por sus muchos seguidores.

Los protagonistas de la final se habían visto las caras este mismo mes en Miramar en partido de Liga (1-1), un choque en el que los luanquinos estrellaron cuatro balones en la madera. El Caudal salió por ello con la lección aprendida y desde el principio quiso atar en corto a los creadores del juego luanquín; tuvo problemas con Jeffrey y su poderío físico, pero aún así los mierenses recuperaron muchos balones en la parcela central que posibilitaron peligrosas contras. Ése fue el handicap de los de Rogelio en la primera parte, donde tuvieron más el balón y llevaron la iniciativa, pero a los que su loable intento de no hacer la transición del centro del campo a base de pelotazos casi les cuesta otra final.

El gusto marinista por rasear el balón y jugarlo con buen criterio quedó patente desde los primeros compases. Rubén Suárez, que hizo una gran labor en la media punta, ya asistió a los 7 minutos a Javi López para que éste soltase un duro remate que despejó a córner un providencial Toyos. No tardó ni un minuto en replicar el Caudal, que tras una recuperación del cuero montó una rápida contra en la que intervinieron los dos extremos; el derecho, Nacho López, se internó y su centro raso al segundo palo lo remató fuera por muy poco Pablo Díaz.

En el 17, los luanquinos Rubén Suárez y Javi López calcaron la acción de diez minutos antes y ahora el segundo sí encontró red con su potente tiro cruzado. El Caudal no acusó el golpe y siguió buscando una contra salvadora. La encontró en el 24, con balón de Aitor al hueco para que Hermes, que llegaba en carrera, anotase ajustado al poste de tiro desde la frontal. El empate animó a los mierenses, que al borde del descanso rozaron el gol en una falta que sacó Falo para que el posterior remate de Pevida lo despejase Pantiga in extremis a córner.

Un balón que se paseó ante la línea de gol a sutil toque del recién incorporado Robi fue el primer aviso del Marino tras el descanso. Pero en la siguiente acción ya no amagó, sino que dio: Rubén Suárez chutó desde la frontal, Lastra no sujetó y Javi López llegó raudo para remachar a la red. Lastra enmendó el error en el 84 con su inverosímil despeje en un saque de falta de Robi que buscaba la escuadra. Pero el mismo Robi anotaba el 3-1 en el 89, al cabecear un centro de Matías. El Caudal no estaba entregado ni por ésas y replicó con el 3-2 de Bruno a pase de Aitor, e incluso en el descuento puso en serios apuros a la zaga marinista.