Oviedo, José PALACIO

El Oviedo mostró la eficacia de la que careció en los últimos partidos y se anotó la victoria ante la Gimnástica de Torrelavega, encadenando además dos triunfos consecutivos por primera vez en la temporada. Un gol de Jandro, en el minuto 35, fue suficiente para que los azules se llevaran el triunfo, en un encuentro que dominaron con claridad en la primera mitad. En la segunda, a pesar de tener el marcador a favor y jugar en superioridad numérica los últimos treinta minutos, por la expulsión de Alberto, por doble amarilla, la ansiedad por ganar de los oviedistas les hizo perder el control del juego, dejando el partido abierto hasta el pitido final.

El entrenador azul, Pichi Lucas optó por dar continuidad al once y alineó al mismo equipo titular de las últimas tres jornadas.

En la primera mitad se volvió a repetir el guión de los últimos partidos en casa. El Oviedo tuvo el balón y dominó con claridad el partido, pero volvió a mostrar las mismas carencias, la falta de profundidad en los últimos metros, ante un rival que se sentía cómodo defendiendo cerca de su área. La Gimnástica tuvo muchos problemas en la elaboración del juego, pero en cada robo de balón sus jugadores se incorporaban con facilidad al ataque, aunque les faltó siempre claridad en el último pase.

Con estas premisas transcurrió casi toda la primera mitad, hasta que Jandro, en el primer disparo a puerta de los azules, inauguró el marcador. El centrocampista, ahora reconvertido en delantero ante la ausencia de Miguel, acertó a cabecear un centro desde la izquierda de Armando Invernón y puso en ventaja a los azules a falta de diez minutos para el descanso.

Paradójicamente, el gol no dio la tranquilidad que se esperaba y el equipo azul pasó por su peor fase de juego, aunque Rayco, a pase de Busto, dispuso de una ocasión para batir a Iván Crespo, pero su disparo salió desviado. Si el Oviedo careció de profundidad en la primera mitad, la Gimnástica le superó, ya que sólo se acercó con peligro a la portería de Aulestia en el minuto 7, con un remate de cabeza de Nando que salió por encima del larguero.

La segunda mitad se inició con otra dinámica. La Gimnástica se estiró y pasó a tener más el balón, pero evidenció los mismos problemas que tuvo el Oviedo en la primera mitad en los últimos metros.

El partido se le puso más de cara a los oviedistas con la expulsión de Alberto, a falta de 30 minutos para el final. Sin embargo, con ventaja en el marcador y un jugador más en el campo, al Oviedo le faltó tener el control del juego que ofreció en la primera mitad. Lo perdía con demasiada facilidad y dejó el partido abierto, ante un rival que no renunció a sus opciones, aunque le costaba en exceso llegar con peligro a la portería de Aulestia. Así se llegó al tramo final del partido. El Oviedo le entró el miedo a ganar y pasó por apuros innecesarios, aunque en los últimos minutos Rayco y Xavi Moré disfrutaron de sendas ocasiones para sentenciar el partido. Al final, aunque sufriendo más de la cuenta, los azules se anotaron su tercera victoria de la temporada en el Tartiere, encadenado por primera vez dos triunfos, lo que les permite seguir escalando puestos en la clasificación.