Gijón, Nacho AZPARREN

Fue el jugador más destacado en la derrota del domingo. A medida que pasa la Liga, Gregory se encuentra más adaptado y su aclimatación se traduce en un mejor rendimiento en el campo. A pesar de la gran actuación individual, el francés no encontró la felicidad completa por la victoria sevillista: «Nunca me iré contento de un campo cuando mi equipo caiga derrotado. Sí es cierto que siempre intento hacerlo lo mejor posible y por esa parte estoy satisfecho, pero la pena fue irnos del partido sin puntuar».

La calidad del rival está fuera de toda duda, pero no alivia la sensación de irse de vacío. «El Sevilla es un gran equipo con grandes figuras internacionales. Creo que el empate hubiera sido más justo, pero lo que pasa con los equipos grandes es que a la mínima oportunidad te hacen gol, como ocurrió el domingo. Contra un equipo grande tienes que estar más concentrado porque necesitan poco para hacerte daño», analiza Gregory que se contenta con que «al menos conseguimos jugarles de tú a tú y tuvimos grandes ocasiones, pero su portero estuvo muy inspirado».

Sin tiempo para lamentos el partido de Valladolid asoma en el horizonte. Un encuentro contra un rival directo de los rojiblancos en el que se juegan algo más que tres puntos. Así piensa Gregory cuando afirma que «tenemos que levantar la cabeza y pensar en la próximo duelo en Valladolid que será una final ante un rival directo». Sobre la trascendencia del partido, el francés considera que «debemos puntuar como sea. Si ganamos mejor, pero hay que sacar algo positivo. Si jugamos como en la segunda parte de Sevilla será fácil cumplir el objetivo».

A sus bondades defensivas Gregory está sumando en las últimas jornadas un poderoso despliegue en las acciones de estrategia. Contra el Sevilla estuvo a punto de inaugurar el marcador cuando se cumplía el minuto tres de la primera parte, pero el esférico salió fuera a escasos centímetros del palo derecho. El francés espera que su aportación en ataque sirva para que el Sporting siga sumando. «Intento ayudar a mis compañeros en las jugadas de ataque siempre que pueda. Me faltó una pizca de suerte que espero que cambie de cara a futuras citas», reflexiona.

En apenas unos pocos meses que lleva en la disciplina sportinguista ya le ha dado tiempo a sentir orgullo por una afición que prepara otro desembarco en Valladolid. «Con el Sporting parece que jugamos siempre en casa. Es una cosa única, espero que el último partido del año vengan a apoyarnos a Valladolid. A ver si podemos regalarles la victoria porque esta afición se lo merece», subraya Gregory.