Entrenador del Real Avilés Industrial

Avilés, A. F.

-¿Es especial para usted jugar contra el Navarro o es un partido más?

-Es uno más. Llevo tanto en esto que ya jugué contra el Navarro entrenando al Avilés y al revés. Es un rival al que aprecio porque pasé allí tres años muy buenos, incluido el ascenso a Tercera cuando dejó de ser filial del Avilés, pero no hay más.

-¿Añade incertidumbre al resultado el hecho de ser un derbi?

-Si, en estos partidos los jugadores siempre dan un plus de motivación. Yo sólo veo tres puntos que intentaremos conseguir, aunque será difícil porque el Navarro siempre nos crea muchos problemas.

-¿Qué le preocupa del rival?

-Nada en concreto. Me preocupa que tengamos un buen día, que hagamos las cosas bien porque así seremos difíciles para cualquier rival, Navarro incluido; y que el campo esté aceptable para jugar.

-¿Cuáles son las armas del Avilés para ganar el derbi?

-Mantener la seriedad y la solvencia defensiva, y la intensidad en el juego porque en ataque creamos problemas a los rivales.

-¿Cómo ve a su equipo?

-Estamos en un buen momento, pero creo que es desde que empezó la temporada. Tengo claro que hubo un Avilés en la pretemporada y otro muy diferente desde el primer partido del campeonato en Llanes. La diferencia es que ahora hay equilibrio entre el juego que hacemos y los resultados que obtenemos.

-¿Hasta donde puede llegar el Avilés?

-Ese es otro cantar. El equipo está bien, pero aún tiene capacidad de mejora. Hay que esperar a febrero y si en ese momento está con opciones ya hablaríamos. Lo único que importa ahora es intentar mantener la misma línea, sin olvidar que esto es un juego y que las cosas pueden cambiar en cualquier momento.

-¿Está respondiendo el equipo a lo que esperaba de él en pretemporada?

-Si, se está pareciendo al equipo disciplinado e incómodo para el contrario que quería, y es todo gracias al esfuerzo de un excepcional grupo humano, que está un punto por encima del grupo de futbolistas. Tenemos disciplina, trabajo y una plantilla equilibrada entre juventud y veteranía. Lo único que resta es seguir igual.