Oviedo, Pedro RAMOS
El alcalde, Gabino de Lorenzo, volvió ayer a expresar su total apoyo al Oviedo, y nombrará un asesor municipal en el club azul, tras reunirse con Rufino Sarmiento, economista y auditor de cuentas que estuvo el último mes analizando los números del Oviedo. Sarmiento había sido propuesto por las peñas para que fuera el representante municipal en el consejo de administración haciendo valer el millón de euros en acciones que tiene el Ayuntamiento, pero no acepta el cargo porque la cuenta de resultados del club oviedista es «crónicamente deficitaria», comentó el propio Rufino Sarmiento, y así se lo expuso al Alcalde. No obstante, el experto economista vislumbró la viabilidad de la entidad «en función de los apoyos que tenga. Los ingresos no cubren los gastos, por lo que hay que buscar otros recursos. El futuro es complicado si nadie pone cada año 1,3 millones de euros», que es el desfase que existe en la cuenta de pérdidas y ganancias, según comentó Rufino Sarmiento a LA NUEVA ESPAÑA.
El Oviedo tiene unos ingresos de 1,556 millones y unos gastos de 2,854, lo que arroja ese desfase de 1,298 millones de euros anuales, que en los últimos años se fueron tapando con una revalorización de El Requexón y con la venta de las marcas al Ayuntamiento. A la vista de este análisis económico, el Alcalde se ratificó en su apoyo a la entidad oviedista, por lo que mostró su respaldo para la aprobación de las cuentas en la junta de accionistas del Oviedo que tendrá lugar el 29 de diciembre.
«Los ingresos del fútbol nunca cubren los gastos que genera el fútbol. Antes, en categoría profesional, con los derechos de televisión y los traspasos, se podía ir tirando, pero ahora la actividad del Oviedo no genera más», añadió Rufino Sarmiento, quien considera que «la deuda con Hacienda es una losa importante y de muy difícil convivencia para salir adelante». Se refiere el economista a los 13,898 millones que debe pagar el club hasta junio de 2015 correspondientes a deudas anteriores a 2003. La forma de pago de estas cantidades está pactada en 320.000 euros anuales si el equipo está en Segunda B, como en la actualidad. Si se produjera el ascenso a Primera, el 50% de los derechos audiovisuales iría a parar a Hacienda y, en todo caso, un porcentaje sobre los traspasos de los jugadores (entre el 10 y el 30% de la cifra total) iría también para cubrir dicha deuda.
Rufino Sarmiento rechazó entrar en el consejo oviedista como valedor del millón de euros en acciones que tiene suscrito el Ayuntamiento. Sin embargo, Gabino de Lorenzo no renuncia a la idea que le expuso la FAPA (Federación Asturiana de Peñas Azules) para que haya un representante municipal en el órgano de gobierno del club. Lo que no quiere el Alcalde es que ese representante municipal tenga que intervenir en ningún aspecto deportivo que afecte al Oviedo. Sólo quiere intervención en materia económica.
El Oviedo quiere llevar a la junta de accionistas una propuesta para reducir el consejo de administración a tres miembros ejecutivos: Dámaso Bances (presidente), Alberto González (vicepresidente y máximo accionista) y Ángel Martín (vicepresidente económico y hombre de máxima confianza de Alberto González). Paralelamente, se formaría una comisión asesora o consejo de asesores, que tendría capacidad de intervenir en los asuntos del club pero sin poder ejecutivo. En este apartado es donde cree Gabino de Lorenzo que puede encajar el representante del Ayuntamiento de Oviedo. De esta manera el dinero municipal estaría representado por una persona que asesoraría económicamente en los asuntos importantes de la entidad, pero se alejaría de todo lo que signifiquen decisiones deportivas, ya que De Lorenzo entiende que no es competencia municipal meterse en tales asuntos.
«El Ayuntamiento seguirá apoyando en todo lo que pueda al Oviedo», aseguró Gabino de Lorenzo al término de la reunión con Rufino Sarmiento, en la que también estuvo el interventor municipal, José Luis González.
