Avilés, M. B.

Un día después de la eliminación de Copa Federación, el enfado en el Marino seguía patente. «No voy a hablar porque voy a arrepentirme. Sólo voy a decir que en mis 27 años como técnico no he visto nada igual a lo que ocurrió en Baracaldo», sentencia Rogelio García, técnico del equipo luanquín. El club está indignado con el arbitraje del vizcaíno Bilbao Uriarte del encuentro de vuelta de cuartos de final de Copa en el campo de Lasesarre.

Un penalti muy protestado en contra del Marino, un gol local en posible fuera de juego y dos posibles penaltis a favor de los visitantes que no se pitaron, son algunas de las acciones arbitrales que llevan al club gozoniego a sentirse atracado.

«Ha sido un gran palo, porque las injusticias duelen mucho. Más cuando detrás hay el esfuerzo de todo el equipo», señala el técnico azulón. Tras perder en Miramar, por 3-2, el conjunto vasco pasa la eliminatoria con un 2-0 en su campo, un acceso a semifinales que significa además un premio de 12.000 euros, que pueden ser 30.000 si llega a la final y 90.000 si se proclama campeón.

Rogelio no quiere hablar más del arbitraje, pero no duda en ensalzar el buen trabajo que han hecho los suyos durante el campeonato: «Estoy muy orgulloso del equipo, hemos sido muy superiores tanto en la ida como en la vuelta ante el Barakaldo y merecimos la victoria. No tengo nada que reprocharle a la plantilla», recalca el técnico.

Una vez asumida la eliminación, el entrenador azulón piensa ya en la Liga: «Este partido nos ha traído otro aspecto negativo. Sólo contamos con 15 jugadores disponibles. Castaño está tocado y se une a las bajas por lesión de Rubén Valdés y José Ángel y la de Jeffrey por sanción», explica. Por si fuera poco, Rogelio ha decidido no convocar a ningún juvenil con el primer equipo para completar la lista: «Se están jugando el ascenso a División de Honor juvenil y no podemos quitarles efectivos», señala.

«Lo malo es que no me cae de sorpresa. Fue lamentable». Así de rotundo se mostró por su parte el presidente del Marino, Luis Gallego, con relación al arbitraje en Lasesarre. «Lo peor es que el árbitro dio al traste con mucho. Meternos en semifinales, los 12.000 euros, pero, sobre todo, la ilusión de los chicos por ganar el campeonato. El daño queda hecho», sentencia Gallego.

«Tenemos el vídeo del partido y se ven ocho jugadas en las que se nos perjudica claramente. Las mandaremos al comité de árbitros, porque una persona así no puede estar pitando», afirma el presidente del Marino. De todas formas, Gallego no espera ni quiere que se repita el partido: «Sería una tontería por mi parte, lo que quiero es que quede patente y que se haga algo con él, porque no quiero que nos vuelva a pitar», explica.

«Cuando un árbitro es parcial se nota. Por ejemplo, si hubiese estado seguro del penalti hubiera sacado tarjeta a varios jugadores del Marino por protestar, pero algo le pesaría en la conciencia para no hacerlo», comenta Gallego, que explica que incluso el presidente del Barakaldo se acercó a él y le dijo que sentía la forma en que habían quedado eliminados.