Gijón, V. R.

Sin ser malas, las relaciones entre clubes no son las mejores. Al consejo de administración rojiblanco aún le escuece la firmeza del Zaragoza en la negociación que terminó con el traspaso de Villa al conjunto maño. La directiva aragonesa de entonces se mostró inflexible con un Sporting agonizante que necesitaba el dinero de aquel traspaso -muy por debajo del precio real del Guaje- para seguir subsistiendo.

Con todo, son muchos los vínculos futbolísticos que han unido a Zaragoza y Sporting durante los últimos años. El trasvase de futbolistas ha sido continuo, si no directamente entre los dos clubes, al menos sí con alguna escala intermedia. El verano más activo fue el de 2003, cuando Villa se fue a La Romareda y Mate Bilic llegó cedido por el conjunto maño. Por entonces, un histórico rojiblanco como Juanele ya vestía la elástica aragonesa.

Hoy por hoy, el conjunto maño tiene en nómina a cuatro ex rojiblancos. Los futbolistas Adrián Colunga, Pablo Amo y Pulido y el doctor Óscar Celada. El asturiano Marcelino García fue su entrenador hasta diciembre y en su cuerpo técnico estaban Rubén Uría y el preparador físico Ismael Fernández.