Cangas de Onís,

J. M. CARBAJAL

«Es una vergüenza lo que ha ocurrido con los nuevos vestuarios del campo de fútbol, terminados desde hace varios meses y sin poder usarlos. Y es que la empresa encargada del proyecto del campo de hierba sintética y de los citados vestuarios se ha desentendido de las obras», manifestó ayer, en el Nuevo Santa Cruz, el presidente del Cánicas AC, Ramón Hevia Castaño, quien ve cómo pasan los meses sin poder disponer de ese indispensable equipamiento deportivo para el normal funcionamiento de la institución deportiva.

«Han dejado tirada a toda la juventud de Cangas de Onís. No llego a entender cómo la empresa Calfensa pudo coger la obra del campo de fútbol de césped artificial, que incluía la edificación de los nuevos vestuarios, para no terminarla. En la junta directiva del club estamos estudiando la posibilidad de ejercer acciones judiciales contra la citada empresa. En realidad, nos han estado tomando el pelo a todos desde hace bastante tiempo», aseveró el máximo dirigente de la histórica entidad futbolística canguesa.

Las obras del campo de fútbol de césped artificial y de los vestuarios, en Cangas de Onís, fueron subastadas en diciembre de 2007, con un presupuesto de 602.000 euros y estableciendo el plazo de ejecución en 9 meses. Le serían adjudicadas, provisionalmente, en enero de 2008, a la UTE formada por Calfensa Proyectos, S. L., y Tratamientos Asfálticos, S. A., que había presentado una oferta de 598.990 euros. Calfensa Proyectos, S. L., quien presentó la oferta más baja, es una firma gallega, concretamente de Santa Comba (Lugo), aunque con delegación en Posada de Llanera, la misma que se encargó del campo de hierba sintética de Arriondas, entre otros.

En el proyecto, redactado por el arquitecto gijonés Norberto Tellado Iglesias, se incluían la colocación del césped sintético sobre el anterior terreno de juego del Cánicas AC y la construcción de unos nuevos vestuarios (en un principio de 230 metros cuadrados de superficie, divididos en varias dependencias), así como la instalación de cuatro grandes torretas de iluminación artificial, lo cual permitiría jugar encuentros de competición en horario nocturno. El modulo de vestuarios se localiza en terrenos de titularidad municipal, anexos al Nuevo Santa Cruz, en la finca conocida como «Los Miyares».

«Carecemos de luz y también de agua caliente sanitaria en los nuevos vestuarios, cuya obra civil se acabó en la primavera del año pasado, es decir, de 2009. Tampoco podemos regar el campo de hierba artificial, algo indispensable para evitar su deterioro», denuncia Ramón Hevia, que preside un club con alrededor de 150 jugadores federados, desde el regional de 2.ª categoría hasta el benjamín, este último, participante (como Colegio Público Reconquista) en los Juegos Deportivos de fútbol sala del Principado. Eso sí, el rectángulo de juego del Nuevo Santa Cruz ya pudo ser utilizado por los distintos equipos a mediados de octubre del año 2008, hace la friolera de dieciséis meses, período en que igualmente se instalaron las torretas de luz.

Por otro lado, el Comité de Competición castigó ayer con cuatro meses y dos partidos a José A. Hidalgo, de la Piloñesa de Regional Preferente, por menospreciar al árbitro y posteriormente agredirlo, sin consecuencias dañosas, según advierte el propio Comité.