Jerez, Á. FAES

A Adrián Campos se le fue cayendo poco a poco su gran proyecto hasta que, ahogado, sin salida económica, terminó por claudicar. La idea de crear Campos Meta se sostenía con la ilusión de tener una escudería española en la F1. Una estructura de casa, con gente de casa y con dinero nacional. Pero ayer mismo el ex piloto traspasó sus acciones al constructor murciano José Ramón Carabante, que acto seguido anunció la contratación de Colin Kolles, ex responsable de Force India, para el puesto de director del equipo. El objetivo, sin embargo, es el mismo que tenía Adrián Campos: lograr que los coches estén listos para tomar la salida en Bahrein. El futuro que Carabante le dé al equipo es incierto, pero algunas informaciones ya apuntan a una venta futura a inversores alemanes.

Los italianos de Dallara ultiman el chasis del monoplaza, lo que es señal inequívoca de que el dinero ha llegado. Allí la política es clara. Se trabaja en plazos semanales y siempre con los pagos por delante. No se fía a nadie. Por ahí empezó el declive de Adrián Campos, por la dificultad de cumplir con unos plazos asfixiantes. Luego se bajó del proyecto la empresa Meta Image y la viabilidad quedó en entredicho. El portugués Tony Teixeira, promotor de la fallida serie A1GP, desapareció con la misma rapidez que empezó a pulular alrededor de la escudería de nuevo cuño.

Queda por resolver el papel de Adrián Campos, a quien habrían ofrecido un puesto directivo pero sin poder de decisión en las carreras. En cuanto a los pilotos es muy posible que Bruno Senna conserve el contrato que firmó con el español y que incluso se respete la elección de su compañero, ya cerrada según aseguran desde el entorno de Campos, pero todavía no desvelada. Mantener estos acuerdos, así como con Dallara para la construcción del chasis y con Cosworth para los motores habría sido una de las condiciones para cerrar la operación.

El fichaje de Colin Kolles, desde luego, descabalga a Campos del equipo. Sin la escudería en su poder, su figura tendría sentido al frente de la dirección deportiva, incompatible ahora que se anuncia la llegada del rumano con nacionalidad alemana. Kolles apenas lleva cinco años en la F1, a donde llegó de la mano del equipo Midland, con Force India como su último destino. «No me pude resistir ante un desafío tan grane. Estoy emocionado por unirme a este proyecto», dijo ayer tras su nombramiento.

Once de los trece equipos inscritos para el Mundial están estos días en Jerez. Entre los de nuevo cuño VirginGP pasa con más pena que gloria, en tanto Lotus parece el que más empaque tiene de los debutantes. Al margen del affaire Campos, el otro equipo en tela de juicio es el estadounidense USF1. Su director, Peter Windsor, admitió hace días que no garantiza que estén en Bahrein. El argentino Pechito López, su único piloto confirmado, ya sospecha del proyecto e incluso intentó un acercamiento hacia Campos. Vio que allí el panorama era similar. Fuentes cercanas al equipo estadounidense aseguraban ayer que tratarían de incorporarse en el GP de Australia. De momento, nada se sabe de su coche y sí de sus problemas económicos, que les hacen plantearse incluso la venta de su sede en Estados Unidos.