Jerez, Álvaro FAES

No había pasado ni media hora desde que la bandera a cuadros puso fin a la sesión de entrenamientos de ayer en Jerez cuando Fernando Alonso abandonaba la carpa de Ferrari camino de la reunión obligatoria con sus ingenieros. Ningún compromiso se pone por delante del encuentro con los cerebros que dan vida al F10. Al asturiano le tomó casi tres minutos cubrir los apenas veinte metros que separan el autobús que acoge su camerino y el camión de los técnicos. No había muchos aficionados ayer en Jerez, pero al menos una veintena se las arreglaron para acceder al paddock y ver de cerca al ídolo.

Asomó tras el cristal tintado y se abalanzaron sobre él para la improvisada sesión de fotos, algo agobiante sólo con la protección de un miembro de seguridad de Ferrari. Cumplió con una sonrisa y se perdió en las tripas del camión, no sin antes lanzar un saludo con la mano. «Muchos recuerdos de parte de Oli», le gritó un aficionado, que se refería al ex futbolista del Real Oviedo, ahora entrenador del filial del Betis.

Solo una rutina manda sobre el intercambio de opiniones con los ingenieros. El masaje de Fabrizio Borra, su fiel fisioterapeuta, compañero de fatigas que le ha seguido allí donde el piloto ha estado en sus nueve temporadas en la Fórmula 1. La cita con Fabri es reparadora, sobre todo después de rodar, como ayer, 584 kilómetros sin descanso, la cifra equivalente a dos carreras.

En el plan no había previstas declaraciones, en el equipo lo dejan todo para hoy. Así que las únicas palabras del piloto español llegan a través de la página oficial de la escudería. «Estoy contento porque pudimos hacer muchos kilómetros en seco y los resultados son muy positivos, aunque todavía tenemos que conocer mejor el nuevo coche». Alonso se encuentra cada vez más integrado en Ferrari. «Mi papel en el equipo mejora cada día, igual que mis sensaciones en el monoplaza. Paso a paso vamos a alcanzar el cien por ciento de nuestras posibilidades».

Lo dice después de rodar sin contratiempos con el chasis 281 del F10, el primero que salió de los hornos de Maranello. El segundo lo estrenó estos días pasados Felipe Massa. No dio grandes problemas salvo un leve fallo en un censor eléctrico que se reprodujo en ambas jornadas. Fernando Alonso pudo trabajar ayer sin interrupciones.