La alineación de Ferrari pone hoy a Fernando Alonso de titular para continuar con el período de pruebas en Jerez. La escudería ni siquiera desmontó el campamento que tienen en el circuito desde la semana pasada. El asturiano adelantó ayer su llegada para ver cómo le iba a su compañero Felipe Massa. Sin problemas. El Ferrari incorpora estos días ligeras novedades aerodinámicas, nada que ver en todo caso con el «salto» que se espera la próxima semana en Barcelona y mucho menos con lo que se podrá ver en Bahrein el 14 de marzo en el inicio del campeonato.

Nueve días en Jerez dan para mucho. A los pilotos, acostumbrados al trajín de viajes, una noche aquí y otra allá, se les cae el hotel encima a partir del tercer día. Más aún si no hay competición y las emociones se limitan a un sinfín de vueltas enredados entre pruebas y rutinas para poner el coche a tono ante la temporada. «Los test son aburridos, pero muy necesarios», decía Alonso hace unos días. Benditas pruebas, pensará el ovetense después de una semana de inactividad a la espera de ponerse hoy otra vez al frente del trabajo. Terminó su tarea el viernes pasado, pero permaneció en Jerez. Comprobaciones, reuniones con los ingenieros y cuestiones técnicas en general preocuparon hasta el lunes pasado. Ferrari tenía para el asturiano, y también para Massa, reservados lo que ellos llaman «filming days». En español, días de grabación. Jornadas enteras dedicadas a los patrocinadores. Anuncios para la televisión y compromisos variados con unas marcas que con su dinero ayudan a cuadrar presupuestos millonarios. Son días contados a lo largo de la temporada. Sobran los dedos de una mano, pero el compromiso es ineludible. Así que a los pilotos de Ferrari no les quedó más remedio que plantar el campamento en Jerez y dejar pasar los días hasta que llegase la hora de ponerse de nuevo el mono de trabajo.

Le fue mejor a Massa, que ayer liquidó su agenda y echó el cierre hasta la semana próxima en Barcelona. Alonso le da hoy el relevo al brasileño en el chequeo al F10. Al motor del Ferrari le espera otra paliza. Si no hay problemas, y con la ventana de buen tiempo que se anuncia para hoy, el asturiano debería acumular más de mil kilómetros en sus dos días al frente del banco de pruebas. Una previsión, por cierto, en la que era difícil confiar anoche después de que a la lluvia caída durante toda la jornada se sumase una descomunal tormenta a última hora.

Hasta ahora el Ferrari apenas ha tenido contratiempos. De los hornos de Maranello salió un motor robusto, fiable. Alonso debe ponerlo hoy de nuevo a prueba. Otro examen de pretemporada.