Oviedo, E. C.

La afición del Oviedo está volcada con el equipo, y a pesar de la distancia entre Asturias y Extremadura son varias las peñas que han acudido a Cáceres para no dejar solos a los azules en una jornada en la que, de salir bien las cosas, podrían ponerse a sólo cuatro puntos del liderato del grupo. Las peñas que han organizado viaje son, entre otras, Aulestia, Herrero, Albéniz, La Muralla o la Riosellana, además de nutridos grupos de aficionados azules residentes en Salamanca o Madrid que ya ayer emprendieron rumbo a tierras extremeñas.

t La impotencia de Miguel. El delantero azul Miguel no está atravesando su mejor momento. El ariete, que en octubre tuvo que ser operado de una fisura en el uréter que le mantuvo alejado de los terrenos de juego casi tres meses, recuperó la titularidad el pasado jueves ante el Toledo, pero apenas estuvo 20 minutos en el terreno de juego. Fue expulsado por dos amarillas. «Creo que son cosas que pasan, y aunque no me gusta hablar de los árbitros, se pudo ver desde el primer minuto que iba a ir a por nosotros; me tocó a mí en dos jugadas tontas en el centro del campo, presuntamente por tirarme, y a uno le queda una sensación de impotencia bastante importante», señaló Miguel, quien se fue del campo «bastante decepcionado, aunque afortunadamente mi expulsión no repercutió en el resultado». Aunque sabe que esta expulsión le complica un poco más las cosas, no pierde la esperanza. «Creo que era difícil que jugase en Cáceres, pero he de reconocer que me estoy encontrando bien, intento ayudar al equipo en lo máximo posible y creo que me estaban saliendo bastante bien las cosas pero cuando te salen mal hay que trabajar para cambiar la dinámica y seguir entrenándote duro porque al final tendré mi recompensa», indicó.