Tuilla (Langreo), H. N.

El Langreo-Tuilla del domingo en el Nuevo Ganzábal será el derbi más igualado de las últimas campañas. Ambos contendientes están sumidos en la lucha por entrar en plazas que dan acceso a la promoción de ascenso y el partido del domingo puede marcar un antes y un después para los dos aunque más para los arlequinados. El volante diestro del cuadro «dinamitero» Iván Pino ha vestido las dos camisetas aunque en el Nuevo Ganzábal se estrenará en un derbi municipal. El mierense vaticina un encuentro igualado y pese a la mala racha de su equipo lejos de El Candín confían en sus armas para dar la sorpresa y vencer en La Felguera.

«Sabemos que el partido será muy importante pues el Langreo marca las plazas de liguilla de ascenso -los azulgranas ocupan la cuarta plaza- y si queremos tener la fortuna de poder jugar los «play-off» tenemos que ganar en el Nuevo Ganzábal porque nos situaríamos a cuatro puntos de ellos, en caso contrario nuestras opciones menguarían de forma considerable», explicó el que fuera lateral diestro del Langreo.

El mierense vistió la elástica azulgrana durante dos campañas. En la 2001-02 cuando el equipo que primero dirigió Javier Vidales y al que posteriormente reemplazó el actual director deportivo del club, Roberto Antuña, acabó logrando el ascenso a Segunda División B. Este curso fue el del último cambio de categoría y el último título liguero de los azulgranas. Además Pinino siguió en el club en la categoría de plata del fútbol nacional. Un plantel que comenzó entrenando Roberto Aguirre y lo sustituyó Braga sin poder lograr la permanencia. De su etapa en el Langreo Pinino guarda «muy buenos recuerdos y muchos amigos pero el domingo es otra historia y nosotros necesitamos ganar».

El Tuilla a domicilio es un equipo endeble, algo que demuestran las estadísticas pues acumulan seis salidas sin vencer con un balance de simplemente un empate. Pinino no tiene una explicación para esta situación pero reconoce que «cometemos muchos errores defensivos que luego acabamos pagando pues en muchos encuentros logramos ponemos por delante en el marcador, que es lo más complicado, pero luego no somos capaces de aguantar el resultado y acabamos perdiendo».

El domingo los arlequinados jugarán en un terreno de juego totalmente distinto a El Candín, a un césped cuyas dimensiones son radicalmente distintas a su feudo. Para Pinino este hecho «no debe ser una disculpa pues hemos hechos grandes partidos en campos grandes, en Avilés empatamos con un jugador menos y en el Hermanos Antuña fuimos capaces de ganar por lo que tenemos que salir sin ningún miedo y a por la victoria». El Nuevo Ganzábal espera a un partido de los más emocionantes de la última década en un derbi sin un claro favorito y con mucho en juego.