Moreda, J. E. CIMA

El ciclista gijonés Chechu Rubiera (RadioShack) acudió ayer a Coto Bello, la montaña que lleva su nombre, para la inauguración de los paneles kilométricos y los marcadores de los porcentajes de la subida allerana. Al mediodía le esperaba en la zona una comitiva de una treintena de personas, encabezadas por el concejal allerano Santos Fernández y por Alfonso Calvo, presidente de la Sociedad Cicloturista Allerana. La empinada carretera ya cuenta, por tanto, con referencias kilométricas para los corredores que toman esta subida como prueba de esfuerzo de cara a la etapa reina de la próxima Vuelta a España, que tendrá final inédito en esta cumbre asturiana.

Esta subida, de 10 kilómetros, que acaba a una altitud de 1.198 metros, donde en su día se explotó una mina a cielo abierto, tiene una pendiente media del 8,37%, que muy pocos puertos alcanzan. Esta montaña, que no tiene ningún descanso, considerada por los profesionales como «muy dura» y donde se prueba frecuentemente Samuel Sánchez, alcanza una máxima pendiente del 16% en el kilómetro 6,6. Luego hay otros dos tramos del 14% de desnivel, a la altura de los kilómetros 1,2 y 9,2, respectivamente.

El fuerte viento que azotó ayer la zona dio lugar a que no se subiera hasta la cima, de manera que la foto oficial se hizo en la primera rampa del 14%, con presencia de autoridades, cicloturistas y amigos de Chechu Rubiera. El principal gregario de Armstrong se mostró agradecido por el detalle de «ser el primer ciclista en activo que tiene dedicada una montaña, y no me puedo comparar a monstruos como Coppi o Fuente».

Antes del final de etapa de la Vuelta a España, Rubiera quiere organizar una carrera de juveniles, y tanto el Ayuntamiento de Aller como la peña ciclista local van a colaborar en el evento. La próxima semana se reunirán para decidir si la prueba se celebra el 10 o el 11 de julio. El profesional gijonés piensa que «tiene que ser fuera de la época de estudios. Ya tuve problemas con alguna carrera debido a los exámenes, y por eso es mejor en la época del Tour. Será una cronoescalada para juveniles y queremos que el vencedor o el que lleve el récord quede inscrito en la pancarta de la subida. Y que cuando otro supere ese tiempo sea sustituido».

Entre los muchos cicloturistas que ayer acompañaban a Rubiera los había con experiencia internacional, como Gelín «El Roxu de Moreda», que saben que en algunas montañas de Europa hay colocadas una caseta al inicio del puerto y otra en la meta con el fin de que cada ciclista tenga en un papel impreso el tiempo de ascensión.

El concejal Santos Fernández se comprometió a estudiar a cuánto asciende el presupuesto, consciente de que esa novedad atraería a muchos más participantes a Coto Bello.

Chechu Rubiera vive unos días sin competición porque posiblemente este fin de semana sea padre por primera vez. Su esposa, Laura, espera un descendiente y Rubiera tiene permiso del equipo para estar acompañándola en el feliz alumbramiento.