Avilés, A. FERNÁNDEZ

La ansiedad es el gran enemigo del Marino después de los dos tropiezos ante el Ceares y el Cudillero que han anulado la distancia con el Caudal. Los de Mieres dependen ahora de si mismos para ser campeones y el técnico azul, Rogelio García, confía en que sus jugadores no se dejen llevar por el nerviosismo. «El fútbol que hacemos merece más puntos de los que tenemos, pero esto es fútbol y cuando no se acierta con la portería contraria se paga», señaló.

El equipo de Luanco está concienciado para sacar adelante el compromiso de mañana ante el Tuilla, un rival «muy difícil» según García, y se ha fijado como objetivos el no encajar ningún gol en los últimos minutos y no fallar más penaltis. «Perdimos muchos puntos por estos dos motivos. Es increíble que hayamos fallado cuatro de los nueve penaltis que lanzamos. Son cosas que nos pasaron mucha factura, como la plaga de lesiones que nos asoló durante toda la temporada», explicó el técnico marinista para añadir: «Cualquiera que sea objetivo se da cuenta de que no tenemos fortuna, pero esto tiene que cambiar algún día».

Las lesiones siguen cebándose en José Ángel y Miki, que volvieron a recaer casi sin volver al equipo y son bajas seguras, Titi, Robi, y Rubén Valdés (que recayó del pubis) son duda y Rogelio García no sabrá si puede contar con ellos hasta el final del entrenamiento matinal de hoy sábado. «Si todo va bien y no hay más lesionados seremos los justos», dijo el técnico.

El Tuilla llega al Miramar en una cómoda situación en la tabla y jugará sin presión, todo lo contrario que su rival. El Marino se impuso en el partido de ida, en Candín, por 2-4 con goles para los azules de Rubén Suárez, Jeffrey, Stoica y Matías, los dos últimos se estrenaron como goleadores azules en liga.