El puñetazo que dio ayer Intxausti sobre la mesa en la crono fue de corredor con mucha proyección. Lógicamente, al vasco el triunfo contundente le sabe a gloria, porque tuvo buenos especialistas enfrente, pero también es consciente de que tiene un equipo joven que no se sabe cómo puede responder. Pero de momento Intxausti quiere disfrutar de la victoria y su ilusión es que pueda llegar bien colocado abajo del Acebo para defenderse personalmente de los ataques como buen escalador que es.

Claro, que los rivales piensan en la debilidad que tiene su entorno y como la etapa al principio es complicada con esos repechones de la costa hasta Luarca y luego hay que subir La Espina, seguramente intentarán desgastar al Euskaltel con alguna fuga peligrosa, y lo ideal sería dejarle solo para luego atacar al maillot amarillo.

Hay que tener en cuenta que ayer algunos escaladores contrastados como Mosquera, Javi Moreno, Niemiec y los colombianos Duarte y Laverde salieron bastante perjudicados por las pérdidas de tiempo en la crono y, como en la época de Fuente o Bahamontes, decían «ya vendrán las montañas y nuestros ataques», y había zafarranchos. Con esa expectativa seguro que estarán soñando los escaladores citados par ver si pueden luego asaltar al maillot amarillo.

Sin embargo, el que tiene que estar radiante en estos momentos es Ángel Vicioso, aunque pueda parecer lo contrario, porque acaba de perder el liderato por tan sólo 4 segundos. Pero es que tácticamente al maño, como no es un escalador, le interesa ir a rueda y pendiente de Intxausti, mientras ve cómo el vasco tiene que agotar a su equipo con el peso del control y la persecución. Ahora mismo también Santi Pérez tiene una situación similar a Vicioso de estar atento y ver si en un zafarrancho aprovecha la ocasión. David Blanco intentará dar vuelta a la tortilla, porque la crono no salió como pensaba.