Esta información ha sido elaborada por: Ana M. SERRANO (Trevías), J. M. CARBAJAL (Cangas de Onís) y J. JARDÓN (San Tirso de Abres)

¡Quién dijo crisis! Los propietarios de los restaurantes que llevan la firma «El Campanu», uno de ellos en Cangas de Onís y el otro en Ribadesella, abonaron la cantidad de 12.000 euros por los primeros ejemplares de la recién estrenada campaña salmonera capturados en aguas del Sella y del Esva, a razón de seis mil euros cada pieza. Fue precisamente el río Sella el más prolífico en la primera jornada tras la apertura de la campaña salmonera en Asturias. De sus aguas salieron tres piezas, que junto al campanu del Narcea, y los peces que dieron el Esva y el Cares, hacen la media docena de piezas que se precintaron ayer en los ríos asturianos.

Alrededor de la una y media de la tarde, Antonio José Mori Cuesta, «Cuco», conseguía echar a tierra el primer salmón de la temporada de pesca con muerte en aguas del mítico Sella, concretamente en el lance de La Escrita, cerca del núcleo rural de Avalle (Parres). El ejemplar, pesó 5,4 kilos y fue engañado a cebo natural. Tenía 78 centímetros de longitud, así como 44 de circunferencia. «Al amanecer, lo vimos cebarse dos veces. Días atrás también habíamos visto un salmón en ese mismo lugar», explicó Cuco Mori, que llegó tarde al sorteo de turnos y no lanzó su primera varada hasta las diez y media de la mañana. «Tan sólo necesité cinco minutos para sacarlo y quiero dedicárselo a mí padre, Armando Mori Sánchez, que me introdujo en el mundo de la pesca», aseveró el feliz ribereño cangués. Mori Cuesta, de 43, trabaja como guarda de la sociedad La Parraguesa de Caza y en la campaña salmonera de 2005 fue pichichi de Asturias con nada menos que 36 ejemplares capturados.

Avanzada la tarde, el Sella dio un segundo ejemplar, en este caso un estupendo pez de 7,100 kilos y 86 centímetros de longitud, que pescó el sierense Raúl Sánchez Pérez en un tramo libre de la zona alta.

Y ya a última hora, el centro de precintaje de El Portago registró el tercer salmón, de 4,750 kilos. Lo sacó Juan Antonio Pérez, en el coto Tempranas, a cebo natural, como todos los del día en el Sella.

Si en el Narcea el campanu fue para un experimentado pescadores de 83 años y en el Sella un viejo conocido como «Cuco» Mori, la suerte del Esva buscó a Elena del Torno Mier.

Disfrutó ayer de un gran día de suerte. Era la primera vez que echaba la caña al río en época salmonera y pescó el campanu del río Esva. Ayudada por su marido, José Manuel Gutiérrez, esta riosellana observaba desde las seis y media de la mañana las aguas del Esva, a la altura de Trevías. «La afición a la pesca me llega por mi marido y mis hijos, pero nunca pensé en pescar el campanu», explica ayer tras la captura, que tuvo lugar en torno a la una de la tarde. El primer salmón con muerte del Esva pesó 5,4 kilos y fue precintado a las dos de la tarde. Como ya queda dicho, fue adquirido al igual que el campanu del Sella por los propietario de los restaurantes «El Campanu» por 6.000 euros.

A pesar de que el campanu del Esva fue capturado más pronto de lo esperado, los pescadores que se acercaron ayer al río no confiaban en la pronta aparición del salmón más apetecido. La mayoría surcaba los cotos desde las siete de la mañana, pero sin suerte. «Esto se acabará», comentaba Miguel Martínez, de Salas, y uno de los ribereños más pesimistas.

José Manuel Mori Cuesta también intentó capturar el campanu en el Esva después de tres días observando sus aguas. «Ahora sí empieza la temporada alta, pero no vemos nada», explicaba dos horas antes de que las aguas del río dieran el primer salmón de la temporada con muerte.

Luciano González, de Grado, también mostraba su pesimismo: «Que los pescadores no veamos ni un salmón el uno de mayo, es muy malo», comentaba con sus compañeros en el coto Piedra Blanca. «Habrá que tener paciencia», se decían unos a otros.

Fue también madrugador el campanu del Cares. Los aficionados pidieron casi todos los cotos y en El Tilo, el palentino Jesús Giraldo Rodríguez enganchó un pez de 5,200 kilos y 80 centímetros de longitud.

Con el Navia y el Porcía vedados este año, fue el Eo el único río del que no salieron salmones en la jornada de apertura de la pesca con muerte en Asturias.

Acertaron de pleno los que pronosticaban una jornada sin salmones en el Eo. A las once y media de la mañana, los santiagueses Florentino Lopo y José Luis Miras, abandonaban el río y tomaban rumbo a Galicia, ante las escasas opciones de éxito que se dibujaban ante ellos. A ambos les llamó la atención el bajo nivel del Eo, llegados desde la comunidad vecina, donde las crecidas son generalizadas.

A pesar del nulo éxito de los deportistas, uno de los guardas aseguraba que en el Piago mayor había un salmón, pero que el coto había sido catalogado como refugio de pesca, por lo que no está permitido tirar allí la caña. El Eo es una de las grandes víctimas del descenso de captura en los últimos años. De los 234 salmones que salieron en 2006 se ha descendido sucesivamente a los 194 en 2007; a 96 en 2008 y hasta alcanzar la pobre cifra de 27 capturas el año pasado.