Mieres del Camino,

H. NÚÑEZ

Ángel Fueyo vuelve a sonreír. El presidente caudalista, Ángel Fueyo, tras mucho tiempo de calvario se llevó el domingo una de sus mayores alegrías desde que está al frente del conjunto del Hermanos Antuña. El conjunto que entrena Paco Fernández cantó el alirón con una jornada de antelación al imponerse al Candás en el coliseo blanquiengro. Una momento único en el que puede ser el año del adiós del de Baiña del club. La entidad se encuentra inmersa en pleno proceso electoral y Fueyo no tiene intención de presentarse a la reelección aunque tras la consecución del título confesó que «no dejaré huérfano al Caudal».

El gol de Héctor Peláez significó la consecución de un ansiado título que puede ser el último de Fueyo como presidente del Caudal. Atrás han quedado mucho esfuerzo y, sobre todo, momento difíciles como el juicio por la lotería familiar de la entidad que pudo dar con el mandatario en la cárcel. Este título «es muy especial, quizás el que más pues hemos pasado situaciones muy complicadas y ésta ha sido una gran satisfacción pues la Liga era muy complicada, el Marino era el Real Oviedo de la categoría por presupuesto y plantilla y nosotros hemos sido capaces de ganarles la competición algo que es para destacar». Bajo su mandato el Caudal ha logrado tres títulos de Liga y una Copa Federación.

Fueyo tiene poco tiempo para saborear el título pues ahora le toca buscar una inyección económica extra para que el equipo pueda afrontar con garantías la promoción de ascenso. Una fase en la que los caudalistas se enfrentarán a alguno de los campeones de los otros grupos sin ningún tipo de orden de cercanía. Esta particularidad inexistente del sorteo hace que en el seno del club teman por un desplazamiento costoso, más allá de la entidad del rival. Fueyo estima que el desfase en el presupuesto por la participación del equipo en la fase de ascenso ronde los 9.000 euros.

«La promoción puede ser deficitaria, creemos que nos quedaríamos fuera del presupuesto entre los siete y los nueve mil euros, todo dependerá del rival y de las eliminatorias que tengamos que disputar», explicó el mandatario.

El presidente caudalista reconoce que «necesitamos la ayuda del pueblo de Mieres, estamos ante una gran oportunidad para lograr el ascenso y precisamos que todos se involucren, ya sea aportando los 10 euros del vale de ayuda que hemos confeccionado o bien con patrocinios ya sea en forma de viajes o de alojamiento para los desplazamientos de la fase de ascenso».

El pasado domingo al Hermanos Antuña se acercaron medio millar de aficionados para presenciar el encuentro ante el Candás pero Fueyo quiere más. «No es normal que el Caudal tenga cuatrocientos socios y un equipo como el Marino 1.200, necesitamos la ayuda del pueblo de Mieres porque el Caudal puede lograr el ascenso a Segunda División B, algo que sería muy positivo para todos».

Muchos seguidores se preguntan si es factible el ascenso del cuadro mierense, un equipo que no milita en la categoría de bronce del fútbol nacional desde la campaña 2003-04.

El mandatario caudalista reconoce que «el club tiene que intentar ascender con seriedad tratando de reactivar a la afición mierense porque sin su apoyo es muy complicado poder lograr el cambio de categoría».

El próximo lunes el Caudal sabrá sus rivales en la fase de ascenso y el convencimiento entre los miembros de la directiva, cuerpo técnico y plantilla es lograr el regreso a Segunda B pero para ello Fueyo confiesa que «necesitamos a los caudalistas». Revivir el partido ante el Palencia con un estadio lleno.