Oviedo, J. E. C.

-La Vuelta a Asturias tiene prestigio. ¿Este triunfo le permitirá volver a un equipo grande?

-Tienes la ilusión de que cambien las cosas y estar en un equipo en que puedas brillar al nivel que tenemos Santi Pérez y yo. Pero ahora estoy en un equipo modesto como el Loulé y debo estar contento por los detalles que tienen con nosotros, que incluso no hay en los grandes.

-Se nota que es una persona agradecida.

-Hay que ser sinceros. En el Loulé hay limitaciones debido al dinero, pero se portan de maravilla y viven cada victoria nuestra como algo excepcional. Eso es bueno porque valoran que es un equipo modesto y que al tener grandes corredores como Santi o yo logramos triunfos que para ellos les parece que están fuera de su alcance. No para nosotros. Así que los viven con mucha intensidad y es muy bonito.

-¿El triunfo en el Naranco de Santi Pérez les dio mucha moral?

-Sí. Habíamos preparado las pocas carreras en España con mucha motivación. En la Subida hablamos Santi y yo de repartirnos para meternos en una fuga grande. Anduvo listo Santi y sabía que viéndose adelante en el puerto que ve desde su casa no fallaría. Nos valió mucho a todo el equipo. Dos días antes en el premio de Llodio me cazaron a 400 metros de meta, pero ahora me llevé la etapa y también la Vuelta.