París, E. P.

El Palais Omnisports de Paris-Bercy acogerá esta noche (21 horas, Teledeporte) el examen final de la temporada europea cuando Barcelona y Olympiacos se midan en la final de la Euroliga. El equipo español superó 64-54 al CSKA de Moscú en semifinales, y el griego 83-80 al Partizán de Belgrado.

Los blaugranas, con más presencias en Final Four que ningún otro equipos con sus 11 participaciones, encaran su séptima finalísima ante un Olympiacos que, más inexperto en este sentido, solo ha disputado tres. Sin embargo, recuerdan con fervor la de 1997, cuando ganaron precisamente al Barça en Roma (73-58). En sus otras dos, derrotas contra Joventut (1994) y Real Madrid (1995).

El conjunto azulgrana lleva más finales pero los mismo títulos que los griegos, ya que de las siete que disputaron sólo ganaron una: 76-65 al italiano Treviso en la final disputada en 2003 en la Ciudad Condal.

El Barcelona sale de favorito e intentará hacer buenos los pronósticos que se extraen de los números de esta temporada. Solo dos derrotas, ante Partizán y Real Madrid, ensucian el trayecto de los catalanes en la Euroliga desde que iniciaron el camino a París. En los griegos, equipo con mayor presupuesto de la competición, se dobla la cifra, con derrotas ante Unicaja, Partizán, Khimki y Prokom. Además, el último enfrentamiento entre ambos, en la final de consolación de Berlín 2009, los blaugrana ganaron cómodamente (79-95).

No obstante, en una final es difícil que se cumplan los pronósticos y el guión esperado. En 40 minutos de tensión, donde se juega el prestigio de toda Europa o tener que esperar todo un año para volver a intentarlo, se impondrá el control de los nervios. Y ahí serán fundamentales dos jugadores: el griego Papaloukas, ganador de dos Euroligas, y el español Navarro, que busca su segundo título.