Fichó Fernando Alonso por Ferrari y se lanzaron las especulaciones sobre cómo sería su relación con Massa. Lo adelantó en el pit lane de China y tuvo que cortar en seco las insinuaciones de enfrentamiento. La convivencia bajo el mismo techo nunca ha sido fácil en la F1. Al asturiano le colocaron etiquetas tras el año de McLaren. Le llamaron indisciplinado, caprichoso… Nadie aludió a su capacidad de trabajo ni a su de pilotaje. Tampoco a sus dotes de mando, de liderazgo, los valores que llevaron a Ferrari a hacerse con él. No es amigo del brasileño, pocos amigos hay en las carreras, pero se respetan. A ninguno le han dado el papel de número 1, eso se gana en la pista, dicen siempre las voces autorizadas de la casa. «Es pronto, cuando sea el momento lo haremos, no lo duden», aseguró ayer Stefano Domenicali. Pero poco a poco, Alonso se lo está ganando. Los números no mienten.

La de Montmeló fue la quinta carrera del campeonato; un cuarto del Mundial consumido. El segundo puesto de Alonso y el sexto de Massa, les separaron en la clasificación. El brasileño estuvo ausente todo el fin de semana. Ya el sábado tuvo muchos problemas en la clasificación. Solo fue noveno y la mejora en carrera nada más que le lanzó al sexto lugar. El ovetense le colocó seis décimas.

Con Alonso segundo en la general (67 puntos), el dueño del otro Ferrari se sonroja al verse séptimo (49). «Felipe es uno más de nuestra familia», susurran los que trabajan codo con codo junto a él en la Scuderia. En sus años a la sombra de Michael Schumacher y después en la convivencia con Kimi Raikkonen se ha hecho un sitio en la organización. Su mujer, Rafaella, es muy apreciada en el motorhome y su hermano Dudu es un habitual. Luiz Antonio, el padre del piloto no suele fallar a las carreras.

Ahora anda el clan brasileño en plena negociación. Massa termina contrato al final de la temporada y la renovación no está cerrada. La comparación con Alonso no les ayuda por el momento. Si en el campeonato salen perdiendo, el parcial de las clasificatorias, una buena vara de medir a los compañeros y rivales, se inclina también hacia el ovetense cuatro a uno. Sólo en Bahrein Massa salió por delante. Cuando se han enfrentado en la pista han saltado las chispas. Alonso le superó en la salida de Bahrein, y del GP de China permanece la imagen del adelantamiento por las bravas en el acceso al pit lane.

Domenicali, apoya a sus dos chicos. «Felipe es un piloto muy importante para nosotros. No estaba contento con el coche pero nadie le discute sus cualidades», dice. El brasileño, preocupado, ofrecía sus explicaciones. «Me ha faltado agarre, sobre todo en la parte lenta. Tenemos que mejorar». Sufrió mucho con el F10, al que no le encontró nunca el punto. Y ni siquiera el conducto F, que los convirtió en los coches con más velocidad punta, pudo atenuar las otras carencias.