Gijón, Víctor RIVERA

Al Sporting le pasa como a aquel chaval del anuncio de donetes: le salen amigos por todas partes. A pesar de que los rojiblancos ya tienen los deberes hechos y no se juegan nada en el último partido de la temporada, media España estará pendiente de su rendimiento en el choque del Sardinero. Con el supuesto «pacto de Llanes» flotando en el ambiente, las evoluciones de los futbolistas de Preciado serán analizadas con lupa en distintas ciudades españolas. Mientras unos optan por sospechar de los rojiblancos y de su buena vecindad con los cántabros, otros prefieren buscar vínculos de unión con el Sporting a los que aferrarse para tratar de que el equipo asturiano les eche una mano en su pelea por la salvación.

Por proximidad y por lo mucho que se está hablando de un supuesto acuerdo alcanzado en Llanes, el Racing de Santander es quien más esperanzas tiene en la relajación del Sporting. La autopista del Cantábrico ha sido muy recorrida en los últimos años en ambos sentidos. El entrenador rojiblanco, Manuel Preciado es cántabro, así como los futbolistas Matabuena, Portilla y Raúl. El coordinador deportivo del conjunto cántabro es el gijonés Juanjo.

Pero hay clubes que mantienen fuertes lazos con el Sporting. Uno de ellos es el Málaga, al que curiosamente le beneficia una derrota rojiblanca en Santander que le permita quitarse de en medio al Racing de Santander en los empates múltiples. El entrenador del Málaga es el gijonés Juan Ramón Muñiz, en el filial están los futbolistas Omar Hernández y David González, Toribio tiene sus orígenes en Mieres y el fisioterapeuta es el asturiano Marcelino Torrontegui. Además, en el Sporting hay dos futbolistas con pasado malaguista, que guardan un gran cariño al club costasoleño. Diego Castro e Iván Hernández querrían evitar un descenso del Málaga.

El Valladolid, desde donde se levantó la polvareda del supuesto acuerdo entre Racing y Sporting, también algunos vínculos con el club rojiblanco. Iván Hernández y Diego Camacho vistieron la camiseta blanquivioleta. En este caso, las relaciones se han enrarecido por la polémica actitud del presidente pucelano Carlos Suárez. La Mareona aún no ha olvidado la afrenta de poner las entradas a 75 euros para evitar su presencia en Zorrilla.

El último de los equipos a los que puede afectar el resultado del Sardinero es al Tenerife. Aquí los vínculos, más que entre clubes, son personales. Los entrenadores de Tenerife, José Luis Oltra, y Sporting, Manuel Preciado, son íntimos amigos desde que coincidieran en la zona del Levante.

Así las cosas, las suspicacias están servidas, pero el Sporting tiene buenas razones para tratar de ayudar a todos los equipos implicados por el descenso. Pensar en que se dejen perder es casi un insulto.