Avilés, Albina FERNÁNDEZ

Gustavo Gutiérrez, actual delegado del Marino, es un experto en liguillas de ascenso, y en ascensos, puesto que consiguió dos a Segunda B. El primero con el Avilés (2001-2002), la última de los avilesinos, y el segundo con el Marino de Luanco en la 2003-2004, la «histórica y milagrosa» última liguilla que disputaron los luanquinos. «Fue milagrosa porque conseguimos el punto que necesitábamos ante el Pegaso en Madrid en el minuto 93, y fue milagroso también que nos mantuviésemos el primer año porque lo hicimos con un gol en Sestao, también en el 93 y gracias a que el Mirandés ganó por 5-0 a la Ponferradina cuando necesitaba seis goles», recordó Gustavo.

El ex jugador azul es, junto con Diego Artime, el fisioterapeuta, el único superviviente de aquella plantilla y espera vivir otro ascenso desde su nueva responsabilidad en el club. «Yo veo potencial para subir siempre que el equipo se de cuenta de lo que nos jugamos y todo el mundo esté a su máximo nivel. Hay calidad, veteranía y ganas de subir, ahora falta disputar cada partido como una eliminatoria de la champions, salir a ganar sin especular, y tener la imprescindible pizca de suerte», explicó.

Gustavo no conoce mucho del rival, el Elgoibar, pero tiene claro que será una eliminatoria complicada. «Ellos son jóvenes y parece que fuera flaquean algo. Eso nos beneficia porque jugamos el segundo partido en Miramar y el público de Luanco tira mucho, pero si nos fiamos correremos el riesgo de quedar apeados a las primeras de cambio y echar por tierra todo el trabajo de la temporada», comentó para añadir: «Hay que recordar que la Segoviana nos ganó en Luanco en el primer partido de la liguilla por 0-1 y se las prometían muy felices, pero allí les metimos un baño y ganamos por 1-3. Este tipo de liguillas son complicadas y todo puede pasar».

Esta será la primera eliminatoria, pero el Marino deberá de superar tres para volver a Segunda B.