Montecarlo, Á. FAES

<fernando alonso:>

Por más que esta temporada se ha repetido un par de ocasiones, cuesta ver a Fernando Alonso asumiendo errores. No porque no los reconozca, que lo hace más a menudo de lo que dice su fama, sino porque lo raro es que falle en la pista. Hace falta tirar de hemeroteca, repasar carreras y forzar la memoria para encontrar faltas de pilotaje en el asturiano. La temporada pasada la salvó en blanco, si no se cuenta esa bandera amarilla que se saltó en Japón, que no fue una tara en su conducción sino en la apreciación. Erró algo más en 2008, como en la salida de pista en Canadá detrás de Heidfeld. Y el dato curioso viene en la carrera de aquel año en este mismo circuito. Con el Renault sufrió un pinchazo y se salió de la pista en la misma curva que ayer, Massenet, durante una carrera bajo una lluvia muy intensa. Luego se llevaría por delante a Heidfeld en Massenet. Ayer cargó con la responsabilidad de quedarse fuera de la sesión de clasificación: «Ha sido un fallo mío. Llevé el coche al límite y quise hacer más de lo que era posible», dijo cuando ya sabía que Mark Webber le había dado otra pole más a Red Bull, seis de seis para el equipo austriaco.

Es la tercera ocasión que Alonso carga con las culpas este año. La anterior, hace dos carreras, en China, cuando se saltó el semáforo de salida y fue sancionado. Estrictamente no fue un error de pilotaje. Y la que falta, la única que a todas luces es injustificada, la de Malasia. Allí el equipo le aguantó en el garaje durante la Q1 a la espera de que cesara un descomunal chaparrón. Nunca paró e, igual que le pasó a Massa, se quedó a las primeras fuera de la pelea por la pole.

Por unas cosas o por otras no acaba de arrancar la temporada del asturiano. Estaba segundo en el Mundial y venía lanzado todo el fin de semana por las calles de Montecarlo. Cuando se salió ayer tenía el mejor tiempo de la sesión. Y había dominado las dos del jueves. ¿Presión? Él no lo ve así. «No necesito demostrar que puedo con la presión. Si tengo que hacerlo después de diez temporadas (nueve y su año de probador) en la Fórmula 1, creo que no estamos en la conversación correcta», le soltó a un veterano periodista italiano.

Despistes como el de ayer son de los que cuestan puntos de esos que se echan de menos al final del campeonato. Y así lo ve Fernando Alonso. «Si al final pierdo el campeonato por unos pocos puntos, me acordaré de un día como éste. Si lo gano, me uniré más a este equipo y habremos demostrado que somos los más fuertes», dijo.

En una mala tarde, acosado por la desazón que le generó no poder luchar por la pole cuando estaba el primero en las apuestas, Alonso intentó encontrar algo positivo en el desarrollo de la competición. Siguió la clasificación desde el garaje como un invitado o un piloto de reserva. «Tengo una buena posición en el campeonato, y Button, que es el único que ahora tiene más puntos que yo, saldrá octavo», se consolaba. Para hoy se puso la meta de llegar a los puntos, ambicioso objetivo cuando tiene 23 coches por delante y acabar décimo sólo de daría un punto. «Será difícil porque es casi imposible adelantar y todos nos copiaremos las estrategias. A ver qué pasa cuando empiece a encontrar coches», concluyó.