Santander, V. RIVERA

Oyéndole hablar, cualquiera le confundiría con un veterano. La sorpresa al verle un rostro todavía imberbe sería mayúscula. Sergio fue la gran novedad en la alineación de Preciado y demostró un aplomo que le brota a raudales. «El partido era difícil porque ellos se jugaban mucho y me queda el mal sabor de boca de la derrota», lamenta para matizar enseguida que «estoy muy contento por el debut y me sentí muy a gusto sobre el campo».

El niño que todavía se asoma ante los medios confiesa que «al principio estuve un poco nervioso, pero cuando entré en contacto con la pelota me sentí mejor. Mis compañeros me ayudaron mucho».

Sergio nunca olvidará el día de ayer. Y su camiseta, un tesoro, fue guardada con celo porque tiene dueña: «Es para mi madre, que estará bastante contenta». No es para menos. Al igual que sus compañeros Juan Muñiz y Borja Navarro hará la pretemporada con el primer equipo y tendrá la ocasión de llamar a las puertas del fútbol profesional.

A Juan Muñiz le tocó esperar una oportunidad hasta el descanso. Cuando Manuel Preciado le mandó calentar, salió como un tiro y luego pisó el césped con la naturalidad del que está en su hábitat. «Es un orgullo debutar en Primera División y más hacerlo con el Sporting», sentencia.

Este chaval da un titular de los buenos cada vez que abre la boca: «No esperaba ni venir convocado, intenté aprovechar los minutos que dispuse y estoy muy agradecido». Lejos de venirse arriba, concluye que «tengo que seguir trabajando para seguir progresando».

Para Borja Navarro, la de ayer fue su segunda experiencia en la élite. «Salí con el dos a cero y el partido se puso aún más difícil, porque ellos tocaban atrás y casi no tuvimos posesión», lamenta. Con todo, el delantero entiende que «hice un buen trabajo y acabé contento con este nuevo sueño que ha sido jugar de nuevo». Borja no esconde que «entré con una ilusión increíble y estoy muy contento y muy agradecido de la confianza del entrenador».

Pedro Santa Cecilia vivió la otra cara del fútbol. «Ha sido un gran orgullo poder haber formado parte de este equipo y desde ahora seré un seguidor del Sporting desde la lejanía», se despidió.