Oviedo, J. M. MATUTE

La gran cita de la temporada en tierra batida, Roland Garros, ya aparece en el calendario. Los internacionales de París comienzan el domingo, y lo hacen cuando Rafa Nadal acaba de recuperar el número 2 del ranking de la ATP, tras marcar un nuevo hito en la historial del tenis, al convertirse en el primer jugador que gana de seguido los tres Masters 1000 que se disputan sobre arcilla: Montecarlo, Roma y Madrid. La victoria en la «Caja mágica», además, valió a Nadal para situarse como el jugador con más Masters 1000 de la historia, con 18, superando con sólo 23 años y 11 meses los 17 títulos que logró el estadounidense Andre Agassi antes de retirarse con 34 años.

Nadal ha ganado este año los quince partidos que ha disputado sobre polvo de ladrillo, cediendo únicamente dos sets: uno ante el letón Gulbis en las semifinales de Roma y el segundo ante Nico Almagro en las semifinales de Madrid. Y en la final de Madrid redondeaba la serie, logrando algo que se le había negado desde hace justamente un año: vencer a un jugador situado entre los ocho primeros del mundo. Y no fue a uno cualquiera, sino al número 1, al suizo Roger Federer, ante quien el balear puede presumir de tener un balance de 14 victorias en los 21 encuentros que llevan disputados.

Desde que batió al serbio Novak Djokovic en las semifinales de Madrid del 2009, Nadal no había consumado su poderío sobre otra raqueta de las ocho mejores. Estuvo cerca este año ante el ruso Nikolay Davydenko en la final de Doha (dispuso de dos bolas de partido), pero no lo logró. El británico Andy Murray y el estadounidense Andy Roddick se lo impidieron también en el Abierto de Australia y en el Master 1000 de Miami, respectivamente.

Nadal llega a París convencido de que sus tres victorias seguidas, en Montecarlo, Roma y Madrid, entrañan mayor dificultad que ganar Roland Garros. Quizá simplemente sea para quitarse presión ante el cartel de gran favorito que vuelve a lucir, ahora para hacerse con la que sería su quinta corona en París.

Roland Garros, en todo caso, dejará a tiro la posibilidad de que el español recupere el puesto de número 1. A día de hoy entre Federer y Nadal hay una diferencia de 3.150 puntos, que parecen un abismo, pero no lo son tanto. Rafael defiende solamente 180 puntos en París, tras caer en octavos el año pasado contra Soderling, por los 2.000 de Federer como campeón. Si Rafa gana en París y si Federer no pasa de los cuartos de final el balear volverá a lo más alto de la ATP.