Oviedo, E. C.

La afición del Real Oviedo continúa dando muestras de rechazo al máximo accionista y a su gestión del club. La revuelta del taquillazo comenzó el lunes cuando el grupo Symmachiarii citó a los aficionados a que fueran ayer a las oficinas del club para protestar por los precios de las entradas para el partido del domingo y su llamamiento hizo efecto. Alrededor de 200 personas se presentaron ayer en el párking del Tartiere. La concentración en un principio fue tranquila. Los seguidores azules coreaban cánticos en contra del consejo y una grupo de miembros de Symmachiarii sacó una pancarta en la que podría leerse «¿Por qué la afición tiene que pagar vuestra mala gestión?». La protesta poco a poco se fue caldeando y un aficionado encendió una bengala en el exterior pero, al poco tiempo y tras entrar un grupo en masa a las oficinas gritando «Consejo dimisión», se lanzó otra dentro de éstas. A los pocos minutos se personaron en el estadio municipal 5 motos y un furgón de la Policía Nacional, varios coches de la Policía Municipal y una furgoneta de Bomberos. Muchos de los presentes en la protesta, incluido el vicepresidente de la APARO, Jaime Campillo, condenaron contundentemente el lanzamiento de la bengala. «Con esta acción ya perdimos toda la razón», dijo. El grupo Symmachiarii, a través de un comunicado, también condena los incidentes y asegura que el autor del lanzamiento es miembro de su grupo y tomarán medidas.

Un final ajetreado para un día que los trabajadores del club azul se esperaban tranquilo. Se abrieron las taquillas a las diez y media de la mañana y poco antes de la una tuvieron la primera sorpresa. La APARO entregó los trofeos que estaban limpiando para que se colocasen en el Museo Azul. La tarea estaba sin acabar, pero decidieron entregarlos como muestra de rechazo al consejo. Poco antes el consejero Ángel Martín compareció para decir que habían rectificado en los precios, o mejor dicho, en las categorías, pasando la de sub- 14 a sub- 20, además de darle la posibilidad a los socios de sacar entrada de acompañante. A la afición, esto no le sirvió de nada.