Cangas de Onís / Oviedo,

J. M. CARBAJAL / Celso A. SANJULIÁN

La sensación de la jornada salmonera de ayer, y quién sabe si de toda la temporada, estuvo en el Sella. La joven ribereña Silvia García López, perteneciente a la famosa saga de pescadores de «Los Molineros», echó a tierra un gigantesco pez de 11,600 kilos de peso y 99 centímetros de longitud. Su exitoso lance tuvo lugar en el coto El Brezu -donde sus padres redondearían el cupo con otras dos capturas- pasadas las nueve de la mañana.

El supersalmón fue la comidilla de toda la ribera, y su precintaje, en el puesto oficial de El Portazgo, constituyó todo un espectáculo. A Silvia se la veía feliz por su éxito deportivo, lo que le valió numerosas felicitaciones.

La afortunada pescadora cuenta 28 años de edad y reside en el núcleo rural de La Vita (Parres). Es nieta del veterano y afamado pescador Manuel García Cibrián, «Manolo el Molineru». Y es que de tal palo, tal astilla.

El ejemplar es uno de los mayores de los últimos años en los ríos del Principado. Picó a cebo natural (merucu y quisquilla cocida). Para Silvia se trataba de su primera jornada de pesca en la presente campaña, pues por motivos laborales no pudo acercarse a probar fortuna hasta ayer. Empezó bien temprano, pero a truchas, «pesqué seis, aunque tuve que devolver cuatro al no dar la medida», explicó. Estuvo acompañada durante la fructífera jornada de pesca por sus progenitores, Francisco García Marcos y María Pilar López Pandiello, que tampoco se irían de vacío del río.

Minutos antes de las 9 de la mañana empezó a lanzar la primera varada, y poco después sintió la emoción al prenderse un ejemplar que, ni por lo más remoto, pensaban los titulares del coto que fuese de tan enorme tamaño. Eso sí, dada la intensa resistencia que presentó, apuntaba a un salmón hermoso. «Tardé de quince a veinte minutos en sacarlo», manifestó Silvia, que lleva desde pequeña disfrutando de la pesca. Fue su padre, «Kiko el Molineru», el encargado de echarle la sacadera al «galáctico». «¿Qué qué voy a hacer con el salmón? ¡Comerlo con la familia!», manifestó la feliz ribereña.

La familia García-López redondeó la mañana con otra segunda captura, siendo la afortunada en esta oportunidad la madre, María Pilar López Pandiello. Pescó un estupendo pez de 5,900 kilos pasadas las 10 de la mañana. Ya por la tarde, el padre, Kiko, completaba el cupo sacando un ejemplar de 5,700 kilos. Lo que se dice, un día redondo para «los molineros».

En el resto de los ríos sólo se produjo una captura. Fue en el Eo, donde el ovetense Luis Vega Fernández echó a tierra un salmón de 4,100 kilos, en el tramo acotado de La Volta.