El técnico portugués José Mourinho declaró hoy que su contratación por el Real Madrid está "prácticamente arreglada" y se mostró dispuesto a trabajar para que el equipo sea la estrella y no sus jugadores o el entrenador.

En declaraciones al canal TVI de Portugal el técnico del Inter de Milán, ratificó que su representante, Jorge Mendes, ha hecho las gestiones con el club blanco y a Moruinho solo le "falta encontrarse con las personas", en alusión a los responsables del equipo. "Pero la decisión es mía -puntualizó- no de él y quiero conocer a las personas, quiero sentir el pulso y saber exactamente lo que pretenden de mí".

Apuntó que aunque conoce las "condiciones estructurales" de ese trabajo quiere saber "las mentales". "Qué me pueden proporcionar para no tener cualquier tipo de recelo sobre mi trabajo ahí", explicó.

El reto de que él entrene al Madrid "es un desafío que la gente da como perdido", dijo Mourinho. "Es un perfil de club no diré de jugadores más de grupo -acotó- que no se encuadra muy bien en mi manera de trabajar y liderar".

El Barcelona, el rival

"Para mí -añadió- es un desafío jugar en un campeonato contra un Barcelona que hace cien puntos y que es un superequipo e intentar ganar una Champions que ya no se gana hace ocho o nueve años."

Sobre las figuras que aglutina el club madrileño, Mourinho fue muy claro: "las estrellas ahora son los del Inter, que son los campeones. Mi mensaje para los jugadores, si es que los voy a entrenar, es que las estrellas no son ellos, ni el entrenador, la estrella tiene que ser el equipo".

"Eso es lo que percibimos todos -abundó- cuando estaba en el Oporto, en el Chelsea o en el Inter, y cuando percibamos eso las victorias van a llegar".

Preguntado por el apoyo público que le dio el gran astro del Real Madrid Cristiano Ronaldo, ante la final frente al Bayern, Mourinho señalo que vio ese gesto "con naturalidad", lo agradeció y él también lo habría tenido hacia el delantero en una situación similar.

"La relación que nos une -afirmó- es pequeña pero de respeto y consideración por el tiempo en que estuvimos juntos en Inglaterra y porque sabemos que él es el mejor jugador del mundo y que yo soy uno de los mejores entrenadores del mundo y ambos somos portugueses".

La victoria con el Inter en la final de la Liga de Campeones disputada en el estadio Santiago Bernabeu es para Mourinho una buena señal.

"Si el Real, el Santiago Bernabeu, va a ser mi casa por algún tiempo, está bien entrar con el pie derecho y tener la sensación, aunque no soy supersticioso de que aquí las cosas comenzaron bien y van a acabar bien".

El técnico Portugués confío también en que su buena estrella de este año sea un buen signo para la selección portuguesa, que en 2004, cuando él ganó con el Oporto su primera Liga de Campeones, llegó a la final del campeonato europeo.

"Puede ser que (el combinado luso) consiga el milagro de llegar a la final del Campeonato del Mundo el año que yo gano mi segunda Champions. Será muy, muy difícil, porque hay equipos con más poder, con más tradición, pero puede ser que se den otra vez las condiciones y Portugal haga un gran mundial".

Sobre su último partido con el Inter, Mourinho dijo que no había sido fácil despedirse de un equipo "fantástico", pues el que ha entrenado es un gran grupo de jugadores, "algunos en el final de su carrera y que fueron una generación de éxito".

La victoria fue "un trabajo hecho por todos", señaló el técnico luso, que consideró una fallida "provocación" para intentar que el Inter jugara de forma diferente los reproches de Van Gaal, el técnico del Bayern, sobre el juego defensivo de su rival portugués.