Llanes, Emilio MORENO

Donde había un equipo de imberbes se levanta uno curtido en mil batallas. Donde destacaban los asientos vacíos de un campo propio de otra categoría esperan miles de aficionados que han hecho de su terreno un fortín. La historia que le espera al Llanes contra el Tudelano en la segunda eliminatoria de ascenso a Segunda B será, con toda seguridad, bien distinta a la primera. Lo único que sigue vigente es la fe de la plantilla verdiblanca, reforzada por el heroico triunfo del domingo ante el Valladolid B en el José Zorrilla.

El entrenador del Llanes, Florín, se afana en reunir datos de su próximo rival, un Tudelano campeón del grupo XV de Tercera División, el grupo navarro. «Lo único que sabemos hasta ahora es que se trata de un equipo muy veterano, con mucha presencia física, aunque quizás su defecto es que sea un tanto lento», confiesa el técnico del equipo llanisco, que jugará el encuentro de ida este fin de semana en su campo de San José. La primera diferencia con el rival superado, el filial del Valladolid, reside en la experiencia de sus componentes. Varios de ellos, como los conocidos Pacheta (ex Real Oviedo) y Sola, conocen sobradamente la Segunda B. Es de esperar, pues, que el Tudelano que entrena el ex jugador del Osasuna José Mari Lumbreras tenga más argumentos para sujetar las riendas del partido si se desboca.

Además, el Llanes se encontrará en el José Antonio Elola de Tudela un ambiente bastante más hostil que el del José Zorrilla. En el encuentro de la primera eliminatoria ante el Atlético Baleares los navarros fueron capaces de meter siete mil personas en su campo, donde sólo han cedido un punto en toda la temporada. En cualquier caso, los baleares marcaron el gol de su clasificación en Tudela a tan sólo siete minutos para la conclusión, con lo que el club navarro, que pretendía celebrar su 75.º aniversario con el ascenso, está un tanto alicaído.

El Llanes y el Tudelano negociaron ayer el horario del partido de ida en la localidad oriental asturiana. Los futbolistas del club navarro son aficionados, por lo que no deseaban jugar el sábado. Por su parte, el Llanes era reticente a fijar el encuentro el domingo, ya que es día de comuniones en la villa llanisca y eso puede restar espectadores. Finalmente el Llanes ha aceptado jugar el domingo, pero más tarde de lo habitual, a las siete de la tarde, para facilitar el acceso de espectadores locales al campo de San José. La entidad verdiblanca espera además que acudan aficionados navarros.